Aprende a supervisar lo que comen tus alumnos

  • hace 8 años

La alimentación de un niño es un asunto que se maneja en casa, primordialmente. Pero la escuela es el espacio en el que pasan gran parte de su tiempo durante todo el año. Por ello, es necesario que maestros y escuelas se involucren de manera activa con los padres de familia en lo que corresponde a la alimentación de los niños. Para ello es fundamental entender algunos aspectos claves sobre los niños y adolescentes y su alimentación.

Muchas escuelas privadas tienen reglamentos internos sobre el tipo de alimentos que se expenden en sus instalaciones. Y si bien hay una tendencia hacia desplazar de las escuelas golosinas y comida chatarra en general, muchas veces una mala alimentación también puede estar influenciada por malos hábitos o un desconocimiento sobre algunos aspectos básicos de la nutrición que vienen de casa. Por lo general, el metabolismo de los niños sabe cuándo comer y cuánto. Pero es tarea de quienes estamos a cargo del cuidado y la crianza de los niños, dirigir adecuadamente el qué comer.

Ten en cuenta estos 4 datos nutricionales para que puedas hacer una mejor supervisión de qué es lo que comen tus alumnos a la hora de la lonchera.

Los niños no comen tanto como un adulto

La página healthychildren.org, adscrita a la Academia Americana de Pediatría, señala que existe una tendencia a sobreestimar la cantidad de alimentos que un niño necesita. Particularmente cuando estos entran en la segunda infancia (aproximadamente entre los 6 y 12 años), si bien su cuerpo demanda más 'combustible', lo cierto es que no hay necesidad de servirles porciones iguales a las de un adulto. Un problema común como consecuencia de esta práctica es que el niño o bien no termina la comida (frente a lo cual es estigmatizado) o bien se la termina toda y va en camino seguro hacia el sobrepeso.

Los niños tienden a consumir más calorías que las niñas

Los nuevos paradigmas pedagógicos cada vez más alientan a dejar de lado segregaciones de género binarias y a inculcar en los niños nociones de igualdad y respeto. Sin embargo, ante la biología a veces no hay mucho qué debatir: los niños tienden a aumentar su ingesta calórica cuando crecen, pues sus cuerpos suelen ser más grandes que los de sus compañeras. Muchos padres, sin embargo, tienden a pensar que sencillamente se debe a que 'son hombrecitos' y bajo esa misma lógica, las calorías que les proporcionan podrían provenir de alimentos que no son saludables para ninguna persona de esa edad, sea hombre o mujer. Mucho ojo con eso.

En la pubertad y adolescencia se come más

Cuando comenzamos a desarrollar nuestro 'cuerpo adulto' es cuando más energía necesitamos. Las cifras no mienten. Entre los siete y diez años, el cuerpo requiere de 1,600 a 2,400 calorías diarias. Señala Healthy Children, además que "La mayoría de niñas experimentan un aumento significativo en su tasa de crecimiento entre las edades de diez y doce años y consumirán aproximadamente 200 calorías más cada día, mientras que los niños pasan a través de su período de crecimiento acelerado aproximadamente dos años después y aumentarán su consumo de alimentos en casi 500 calorías al día".

No los critiques

La alimentación tiene un componente social también. Particularmente en años en los que la personalidad se está terminando de formar. La alimentación y la contextura física pueden ser motivo de burla, estigmatización o discriminación entre estudiantes. Padres y maestros deben servir de guías y no reforzar prejuicios ni generar culpa en el niño o adolescente por cómo se alimenta o cómo se ve. Paciencia y discplina pueden ayudar a reforzar puntos débiles.

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