Llamamos erosión al proceso natural en el que las partículas del suelo se mueven de un lugar a otro. Esto se genera principalmente por la acción del agua (erosión hídrica) o del viento (erosión eólica) dando como resultado un proceso lento, en el que los suelos y rocas de la corteza de la tierra se van desgastando y convirtiendo en polvo. Esto, a su vez, producirá el relieve de los valles, cañones y cavernas.
La erosión afecta la productividad de los suelos haciendo que pierda sus nutrientes. Por ello, resulta necesario implementar medidas para sostener el proceso y, por el contrario, evitar acelerarlo a través de la influencia humana. Al desmontar áreas para cultivo, explotar los bosques, abrir caminos o al ampliar zonas urbanas, por ejemplo, los humanos estamos acelerando el proceso de erosión, alterando su equilibrio natural y dejando muchas áreas de suelo infértil.
Existen métodos para prevenir la erosión que tratan de proteger al suelo, entre ellos cubiertas o barreras naturales y artificiales que impidan el paso del agua o viento.
Comentarios