Cuando no existe una cultura vial, la probabilidad de que se produzcan accidentes de tránsito, especialmente choques, es realmente alta. Los choques o accidentes automovilísticos ocurren cuando el conductor o conductores de carros, motos, camiones, autobuses o trenes pierden el control del volante y terminan por impactar ya sea contra otro vehículo o algún obstáculo en la vía (p.e. postes, bermas, aceras).
Lo más lamentable en nuestro medio, es que esto ocurre especialmente por los errores humanos, y en mucha menor medida por deficiencias en la vía. Esto quiere decir, que las principales causas de choques se atribuyen a los mismos conductores, peatones, cobradores e incluso ciclistas, quienes con su imprudencia terminan poniendo en riesgo la integridad física y la vida de muchas personas. Es así que entre las principales causas de accidentes de tránsito se encuentran la fatiga, el sueño, el consumo de alcohol y otras sustancias, y por otro lado la imprudencia de otros actores de la vía.
Es preciso saber que un choque puede acercarnos a la muerte pero también dejar severas secuelas físicas. Por ejemplo, en impactos de alta energía, una fractura en el cráneo puede verse acompañada de pérdidas en la masa cerebral; otras lesiones frecuentes son la contusión pulmonar y la fractura de múltiples costillas que pueden dar como resultado la inestabilidad permanente de la caja torácica.
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