Las alergias muchas veces son más que una nariz roja y estornudos, sino que se pueden convertir en una seria amenaza para la salud si no son tratadas con rapidez y de manera correcta. Por ese motivo, consultamos con el Dr. Javier Pérez Rojas, alergólogo, para que nos eduque sobre este tema y sepamos prevenir o actuar eficientemente ante un caso de reacción alérgica antes de que nuestros hijos o alumnos sufran mayores daños.
1. ¿Qué es la alergia y por qué ocurre?
La alergia es la respuesta exagerada del cuerpo frente a una sustancia, proteína o molécula que normalmente es inocua.
Esta respuesta se vuelve exagerada ya que, en su proceso, intervienen distintos factores. Por un lado, la predisposición genética (existen varios genes relacionados a la respuesta alérgica, como por ejemplo genes relacionados a receptores y mediadores celulares, genes relacionados a la transmisión de señales dentro de la célula, genes relacionados a la reparación y división celular, entre otros.)
Por otro lado, tenemos condiciones medioambientales favorecedoras (polución y tabaco, pobre estímulo infeccioso en los primeros años de vida, uso de antibióticos, no uso de lactancia materna, etc) y todo esto induce un cambio en la respuesta inmune, que pasa de ser tolerante a la mayoría de sustancias no infecciosas a ser hipersensible.
2. ¿Cómo puedo saber a qué soy alérgico antes de sufrir una reacción?
Uno se vuelve alérgico solo a aquellas sustancias que el sistema inmunológico ha conocido previamente y que en condiciones favorecedoras (como las descritas anteriormente,) generan en el paciente síntomas relacionados a la alergia (ronchas, enrojecimiento del cuerpo, aumento de volumen de los labios, párpados, falta de aire).
Solo mediante pruebas de alergias (en piel o en sangre) aquellos pacientes que tienen una historia clínica relacionada a un evento alérgico pueden determinar si tienen una alergia específica. La evaluación del médico alergólogo es necesaria para saber esto.
3. ¿Qué alergias son las más comunes y cuáles se deben tratar con especial cuidado?
En nuestro medio las alergias más comunes son las alergias respiratorias (rinitis, asma), seguida de las alergias cutáneas (como la dermatitis atópica, urticarias crónicas, urticarias agudas, dermatitis de contacto), luego está y cada vez más frecuente, las alergias alimentarias (que si no es reconocida a tiempo puede llevar a un rápido compromiso de la vía aérea superior e inferior y producir asfixia o una caída brusca de la presión arterial).
La alergia a medicamentos es también un problema frecuente en la práctica diaria, que si no es evaluado de manera adecuada puede llevar a utilizar como reemplazo medicamentos más costosos y posiblemente menos eficaces y con mayores efectos adversos (por ejemplo penicilinas, quimioterápicos, etc.)
4. ¿Se puede curar una alergia o tenerla bajo control?
En las enfermedades alérgicas no podemos hablar de cura, lo más cercano que podemos decir es que el paciente se vuelve tolerante a lo que era alérgico. Es decir, su sistema inmunológico, ya sea por una intervención médica (inmunoterapia alérgica) o por la propia madurez progresiva del sistema inmune (como sucede en las alergias alimentarias en los niños, que con el paso de los años tolera alimentos al cual era alérgico), deja de producir una respuesta inmunológica de tipo alérgica.
5. Si eres profesor o padre, ¿cómo puedes reconocer una reacción alérgica y qué se debe hacer en esa situación?
Esto es de vital importancia. Todos debemos estar familiarizados con las primeras manifestaciones de una posible reacción alérgica, ya que puede ser leve o severa, y esto lamentablemente no se puede predecir.
Las manifestaciones son muy variadas y amplias ya que puede comprometer solo un órgano del cuerpo o de manera asociada varios órganos a la vez. Lo más frecuente es que aparezcan ronchas (como “nubes rojas”, levantadas, palpables en todo el cuerpo que predomina en el tórax, cuello y brazos, pican, son evanescentes, es decir desaparecen y luego aparecen en otro lugar). En muchos casos también se hincha el labio, párpados o manos (llamado angioedema).
Otras veces puede haber compromiso respiratorio (falta de aire, silbido de pecho, estridor). También puede haber compromiso digestivo, sobre todo si se debe a una alergia alimentaria, como puede ser dolor abdominal, nauseas, vómitos, diarrea. En algunos casos el paciente solo expresa vahído, o sensación de desmayo pudiendo llegar a perder la conciencia, y puede ser difícil reconocerlo.
Cuando se comprometen dos órganos (piel y vías respiratorias, piel y compromiso digestivo, por ejemplo) se habla de anafilaxia, que es una reacción alérgica severa que puede ser fatal, y se desarrolla e instala de manera rápida. Este último cuadro felizmente no es de los más frecuentes pero es impredecible.
Lo mejor que podemos hacer es acudir inmediatamente al centro de salud más cercano. Pero si es un paciente con historia de anafilaxia, o tiene manifestaciones de ella, hay que estar entrenados (tanto el paciente, los padres, así como en la escuela) para la aplicación de adrenalina intramuscular.
Dr. Javier Pérez Rojas
javiperomd@hotmail.com
Alergólogo
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