Entrevista sobre vacunas

  • hace 8 años

La experiencia de la paternidad no tiene un manual a seguir. Uno aprende a ser padre a partir de sus hijos, del tiempo, de la comunicación, de lo que ha vivido. Ser padre y todo lo que ello acarrea es una vivencia que varía en cada individuo. Dicho esto, es también importante distinguir nuestro rol de madre/padre de algunas obligaciones y responsabilidades que trascienden a nuestros puntos de vista, sensibilidades y subjetividades.

Tal es el caso de las vacunas. Es probable que a estas alturas hayas escuchado o tal vez hasta hayas cuestionado los beneficios de la vacunación. ¿Es realmente seguro? ¿Por qué los médicos insisten en ofrecerlas? ¿No será otro esquema empresarial morboso de la industria farmacoquímica? Esta clase de dudas si bien es comprensible que se generen a partir de ciertas informaciones que se dinfunden, es importante también aclararlas cuanto antes, pues la vacunación es un asunto serio que te compete como padre, pero también como ciudadano responsable.

Conversamos con el Dr. Claudio Piñeiro Honores, médico salubrista de la Red Barranco Chorrillos Surco del MINSA, quien nos explica de manera directa algunos de los mitos asociados a la vacunación y por qué no debemos tomarlos en serio. 

¿Qué son las vacunas y por qué las necesitamos?

Para explicarlo en términos muy sencillos, son microbios atenuados o una porción de ellos, que, dentro del organismo, estimulan el sistema inmunológico para reconocer y atacar eficientemente al agente infeccioso. Son necesarias para evitar desarrollar enfermedades mortales y posibles epidemias.  

¿Existen alternativas a las vacunas? 

No. Es importante que esto quede claro. No existe ninguna alternativa a la vacunación. Pueden existir diferentes presentaciones y esquemas de vacunación según los países, pero no existe otro tratamiento preventivo alternativo que sustituya la vacunación.

¿Por qué hay personas que piensan que son peligrosas?

Por desconocimiento o desinformación. Las percepciones sobre el riesgo o peligro de las vacunas no tienen ningún asidero científico y forman parte de propagandas basadas en creencias o ideologías, las cuales ya han causado epidemias en países industrializados como EE.UU, Alemania y España, con varias víctimas mortales de por medio. ¿Qué quiere decir esto? Que enfermedades que ya habían sido erradicadas o controladas vuelven a ser un problema de salud pública.

Debe quedar claro que no existe evidencia que demuestre que alguna vacuna sea considerada potencialmente peligrosa.  

¿Al no vacunar a un niño estoy poniendo en riesgo a alguien?

Un niño sin vacunar no sólo se encuentra en un potencial estado de vulnerabilidad frente a muchas infecciones, sino que además contribuye con la cadena epidemiológica de la enfermedad, ya que la vacunación actúa sobre la población más vulnerable, dando lugar a lo que llamamos 'inmunidad de grupo', evitando así posibles brotes y epidemias. Nunca debemos olvidar esto.

¿Si no se vacuna a un niño y no se ha enfermado es necesario hacerlo?

Sí, pues aún se encuentra vulnerable al agente infeccioso y a desarrollar la enfermedad. Por lo que es necesario que reciba las vacunas oportunamente según el esquema de vacunación actual propuesto por el Ministerio de Salud, el cual es el más completo de la región. No es una decisión que deba someterse a debate. Es un deber.


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