Una manera de asegurar una buena nutrición cuando no se almuerza todos los días en casa es preparar con anticipación distintos platos y almacenarlos en tápers en la refri para los próximos días. Por la mañana lo pones en tu lonchera y, si en tu colegio hay refrigerador, permanecerá ahí hasta la hora de almuerzo, cuando te acerques al microondas a calentar.
Y si bien es en general un hábito recomendable (sobre todo si el recipiente es de vidrio y no de plástico), existen algunas comidas que no es recomendable recalentar, pues podrían ser un riesgo para tu salud. Mucha atención.
Espinacas
La clave está en un compuesto químico llamado nitrato. Este puede hallarse en altas concentraciones en este tipo de verduras, como la espinaca, la acelga o la alhabaca. Normalmente eliminamos el exceso de estas al lavar bien las hojas antes de usarlas en una ensalada o cualquier otro platillo. Desafortunadamente, al recalentarlas ocurre el efecto contrario. Lo aconsejable con este tipo de verduras es consumirlas lo más frescas posible y en el mismo día que se preparan, en el plato que fuere.
Papas
Pollo
Es común encontrar una gran variedad de bacterias en la carne de ave, particularmente la del pollo por ser la más consumida en todo el mundo. El problema está en que una cocción deficiente o incompleta de una pechuga, por ejemplo, puede asegurarnos una intoxicación que podría ser bastante severa. Si decidimos calentar el pollo, debemos asegurarnos que el calor se haya repartido de manera uniforme en toda la porción. Si vas a llevar carne para tu almuerzo en el trabajo, tal vez lo mejor sea optar por carne roja.
Arroz
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