Es cierto que las redes sociales y el internet tienen beneficios bastante relevantes para nuestra vida cotidiana. Rapidez en la comunicación, accesibilidad a mayor cantidad de información y fuentes, entre otras cosas. No obstante, esta herramienta puede llegar a ser un dolor de cabeza para muchos padres y madres de familia. ¿Por qué? Porque muchos de nuestros hijos viven con el dedo pegado a la pantalla del celular o sentados por horas frente a una computadora. Actualmente, la mayoría de adolescentes y jóvenes está “online” al igual que muchos adultos y hasta en algunas ocasiones, niños.
Prisioneros del like y las publicaciones
Según la agencia de marketing Omnicore, al día se registran 4,2 mil millones de likes solo en Instagram. Esta estadística deja en claro que estas plataformas son populares en todo el globo e importantes socialmente.
Ahora, hay que dejar en claro que las redes sociales en realidad, si son usadas con responsabilidad, no generan ningún problema, porque no tiene nada de malo que un adolescente tenga un perfil, chatee y que comparta lo que quiera compartir con responsabilidad. El problema radica cuando, aparte de pasar muchas horas conectados, se preocupe y estrese mucho por acumular likes, compartir su vida entera a través de fotos con el único propósito de ser popular en la escuela o entre sus conocidos, llegando incluso a generar ansiedad y a olvidar sus propias responsabilidades por estar pendiente de lo que sucede en las redes.
Muchos jóvenes no se dan cuenta cuándo sucede el cambio en sus comportamientos. Pero, la realidad es que la necesidad de querer ser aceptado digitalmente es inmensa y claramente es un factor alarmante. Hoy por hoy, los chicos se preocupan más en tener la foto perfecta; incluso, llegan a producir sus propias fotos. Para que te des una idea, te damos un ejemplo: una joven va al gimnasio. Es lógico que va a sudar y estar un poco desaliñada. En este caso en especial, una persona adicta a las redes trataría de verse súper maquillada y peinada como si no hubiese sudado ni una gota. Mostrando una realidad que no es.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias de este problema?
- Bajo rendimiento en los estudios
- Cyberbullying: el ciberacoso (derivado del término en inglés cyberbullying) también denominado acoso virtual o acoso cibernético, es el uso de medios de comunicación digitales para acosar a una persona o grupo de personas, mediante ataques personales, divulgación de información confidencial o falsa entre otros medios.
- Grooming: esta modalidad consta en usar un perfil falso. En su mayoría es empleada por violadores o secuestradores para captar menores.
- Dependencia de las mismas redes
- Estrés y ansiedad
- Descuido de las responsabilidades
- Alejamiento de la realidad
- Pérdida de habilidades sociales
Para combatir este problema sigue estos consejos:
Mamá, papá, sabemos que esta etapa puede ser difícil para nuestros hijos, sobre todo por los riesgos que existen, tanto en redes sociales como en la web. Por eso, aquí algunos consejos
En caso mi hija o hijo sea menor de 12 años:
- Ponle reglas desde un inicio
- Instala una aplicación de control parental para que no pueda entrar a zonas para adultos.
- Evita darle un Smartphone o Tablet propio.
- Sé tú quien le enseñe qué es una red social para que crezca en confianza contigo.
- Si ocurre algún intento de acoso, ¡DENUNCIA!
En caso sea adolescente:
- Observa detenidamente si hay algún cambio repentino en su comportamiento
- Intenta estar al día sobre temas de redes sociales. Esto ayudará a que tus hijos sientan que los entiendes.
- Recuérdales la importancia de la privacidad. Es decir, que compartan fotos e información, pero no en exceso.
Ya saben, mamá y papá. Ahora, vayan actualizando sus conocimientos en redes sociales para que puedan empatizar con sus hijos (sobre todo con los más pequeños) y para ayudarlos a evitar esta dependencia. Eso sí, no se olviden de darle like a nuestra página de Facebook. :)
Fuentes:
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