¿Sabías que existe una condición llamada déficit de atención? Esta afecta la capacidad de atención y concentración de muchos niños, que por lo general llegan a tener dificultades en la escuela.
Muchas veces el niño afectado no sabe realmente qué es lo que le sucede, ya que el déficit de atención suele estar ‘escondido’ sin mostrar marcas externas que lo identifiquen. Por lo general, se confunde con pocas ganas de realizar las tareas o con aburrimiento, cuando en el fondo hay una real incapacidad para controlar su propia capacidad de atención.
Este déficit, también llamado TDA, también se presenta en adolescentes y adultos; pero suele ser detectado desde la infancia. Puedes identificarlo haciendo las siguientes preguntas, pero siempre se deberá acudir a un especialista para diferenciarlo de otros problemas:
- ¿Te distraes fácilmente, incluso si estás realzando una actividad entretenida?
- ¿Te cuesta o te demoras más para comprender lo que dicta tu maestro en el colegio?
- ¿Sueles olvidar o perder cosas, desde útiles escolares hasta tareas y juguetes?
- ¿Tienes dificultad para terminar las tareas que te dejan y poder organizarte?
Es recomendable que los niños con TDA acudan a una terapia, donde puedan reforzar sus capacidades de atención y concentración; pero que también los ayuden a establecer metas específicas, planes de organización y orientar a sus padres y profesores a contribuir con la mejora.
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