Los desórdenes alimenticios, como la anorexia y la bulimia, suelen presentarse especialmente durante la pubertad y la adolescencia. Como padres, resulta siempre necesario que estemos alertas ante las posibles señales de riesgo de estas enfermedades en nuestros hijos ya que la influencia de las relaciones familiares es muy importante tanto en su origen como en su detección oportuna y recuperación. Preste atención a las siguientes señales para detectar comportamientos de anorexia y bulimia en sus hijos:
- El joven empieza a inventar excusas o evitar las situaciones de comidas familiares. En el caso de la anorexia, la persona se niega a comer; en la bulimia, es más probable que se observe visitas frecuentes y largas al baño para vomitar o purgarse luego de haber ingerido el alimento.
- En el caso de anorexia, la persona se ve bastante por debajo de su peso, la piel se seca y hay mucho sueño y fatiga por la debilidad de no comer. En el caso de la bulimia, el peso puede mantenerse, por lo que debemos estar muy atentos a otros comportamientos.
- En la bulimia, los vómitos constantes provocan un color amarillo en los dientes, y dolores intensos en el abdomen y esófago. En la anorexia, aparece vello en la piel ante la pérdida de masa corporal; así como el debilitamiento de cabello, uñas y la ausencia de la menstruación.
Si detecta estas características en alguno de sus hijos o hijas, acérquese de manera asertiva pues es difícil que las personas con estos desórdenes deseen recibir ayuda, pero es necesario que se acuda de manera inmediata a atención médica. El apoyo nutricional y psicológico también son fundamentales, siempre con apoyo de la familia.
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