Desórdenes alimenticios

  • hace 10 años

Los desórdenes alimenticios, como la anorexia y la bulimia, agrupan una serie de enfermedades y síntomas que se dan producto de una alteración o distorsión en la propia imagen corporal. Muchos jóvenes hoy en día se miran al espejo y se obsesionan con ser delgados y tener una bonita figura, siguiendo lo que ven en la televisión y las presiones sociales. Ello los puede llevar a conductas excesivas como dejar de comer o vomitar lo que ingieren, forzando su propio cuerpo y poniendo en riesgo no solo su salud sino también su vida.

Por ejemplo, dejar de comer (como en el caso de la anorexia) no solo hace que estas personas adelgacen sino que se tornen frágiles, débiles y escuálidas; lo que lleva al descenso de su presión arterial, el pulso y la respiración. Hay pérdida de pelo, rotura de uñas y fragilidad ósea, mareos, náuseas constantes, e incluso la desaparición de la menstruación. Psicológicamente, hay incapacidad para concentrarse y depresión profunda. Los vómitos constantes en la bulimia y la falta de nutrientes pueden provocar un intenso dolor abdominal permanente, lesiones en el estómago y riñones, caries dentales y pérdida de potasio que puede llevar a la muerte.

Por lo general, estos desórdenes se dan al mismo tiempo y llevan consigo una serie de pensamientos negativos en relación a uno mismo, y si bien no se conocen sus causas con certeza, se relacionan con factores genéticos, psicológicos, sociales y familiares. Lo que sí está comprobado es que los desórdenes alimenticios son más comunes en las adolescentes, por ello, si temes ganar peso y empiezas a tener conductas extremas en relación a los alimentos, no dudes en acercarte a quien más confías y pedir ayuda; pueden ser tus padres, amigos, o mejor aún, un especialista de ser posible.

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