Lavar nuestro cabello no es tan solo una cuestión de estética. Ya que si bien ello nos ayuda a lucir más pulcros y ordenados, tener un cabello y cuero cabelludo limpios contribuye a nuestra salud.
La falta de higiene en esta parte de nuestro cuerpo puede producir enfermedades debido a los depósitos de sebo que allí se concentran, así como de suciedad y restos de células muertas. Ello podría contribuir al llamado de gérmenes y bacterias ¡e incluso de parásitos como piojos y liendres!
Sigue las siguientes recomendaciones para tener un cabello y cuero cabelludo saludables:
- Lava tu cabello con frecuencia, según tu tipo de cuero cabelludo (normal, graso o seco). Utiliza el shampoo adecuado para no producir irritación.
- Utiliza la yema de tus dedos para un lavado profundo, dando un suave masaje sin utilizar las uñas. Esto puede producir lesiones en el cuero cabelludo.
- Enjuaga con agua abundante para evitar que queden restos de espuma y jabón.
- De preferencia, utiliza una toalla para secarlo, y no artefactos como secadoras o alisadoras que debilitan su crecida.
- No compartas peines, sombreros, almohadas o cualquier artículo de uso personal, ya que afecciones como la pediculosis (piojos y liendres) se contagian por contacto directo.
- Cuida tu cabello del sol y el frío extremo para evitar lesiones.
Recuerda que una dieta y estilo de vida saludables también contribuyen a un cabello sano. Si sientes que hay algún problema con tu cabello o cuero cabelludo como caída del cabello, picazón constante, caspa, etc. pide a tus papás que te lleven a un dermatólogo, el especialista en cabello y piel.
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