Si has notado un comportamiento extraño en tu hijo al mencionarle el colegio, tienes que preguntarle qué es lo que le está generando angustia o miedo. Si te dice que lo molestan mucho, posiblemente sea víctima de bullying. La psicóloga infantil Judith Eyzaguirre responde tus dudas sobre el acoso en el colegio en esta entrevista de Yo Me Cuido.
Existen diversas señales que pueden dar idea a los padres de si un niño es víctima de bullying o no; por ejemplo, hay niños que de ser sociables, tienden a retraerse, pierden la confianza para contar sus cosas, evitan hablar de temas relacionados a la escuela y hacen lo posible para faltar a clases. Su preocupación o miedo puede verse reflejado en conductas físicas tales como dolores de cabeza, estómago, etc. Asimismo, algunos pueden tener dificultades en el rendimiento escolar.
Claramente el acosador carece de empatía, es decir, la capacidad de ponerse en los zapatos del otro y comprender cómo se siente; además es incapaz de regular las emociones, por lo que tiende a reaccionar con conductas irritables e impulsivas y definitivamente tiene un rol de autoridad en el grupo que se desenvuelve.
El rol de los padres es fundamental, ellos conocen a sus hijos y son capaces de detectar cambios en la conducta de estos. Si es que los observan, deben acercarse a ellos no de forma inquisitoria, sino de interés por conocer qué les sucede. Lo principal es darles la confianza que necesitan y, sobre todo, creerles. Luego de identificar al agresor se deben tomar las medidas necesarias en coordinación con las autoridades de la escuela. Los padres deben ser un soporte, no un problema más.
La escuela y los profesores deben preocuparse por establecer normas de conducta en el aula escolar; asimismo, deben estar atentos a cualquier señal de abuso y establecer medidas concretas para intervenir, en caso sea necesario.
6. ¿Cuáles son las recomendaciones más importantes que nos puede dar?
- Promover una educación basada en la tolerancia, aceptación de las diferencias y trabajo en equipo.
- Coordinación de trabajo entre los involucrados en el desarrollo socioemocional de los niños, es decir, la familia y la escuela.
- Promover el desarrollo de recursos personales tales como la empatía, el afrontamiento, el respeto a los demás y contribuir en el fortalecimiento de la autoestima y el autoconcepto de los niños.
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