A veces gritarles no es nuestra intención; otras, creemos que así los estamos educando, sin embargo, no estamos siendo nada constructivos. Existen diversas formas de corregirlos y la técnica del rinoceronte naranja es una de las más eficientes. La creadora de este maravilloso método, Sheila McCraith, quería evitar gritarle a sus hijos cada vez que ellos no la obedecían, así que buscó diversas soluciones que tú también puedes aplicar.
- Aléjate de los problemas por un momento. Como adulto, Sheila recomienda que cuando te encuentres en plena pelea con tus hijos y estés a punto de gritarles, te detengas por unos segundos y salgas de la habitación en la que te encuentres. Mientras te alejas, busca la forma de relajar tu cuerpo.
- Cierra los ojos para evadirte. Otra solución es cerrar fuertemente los ojos y pensar que estás en otro lado, un lugar donde puedas encontrar paz. El objetivo es alejarse mentalmente de la pelea y relajarse antes de pretender gritarles.
- Recuerda que son niños. Puede parecer obvio, pero en el momento de la pelea pensarás que tienen tu edad y pueden comprenderte. Son niños, recuérdalo siempre. Si nos repetimos "son niños, son niños...", tendrás en cuenta que tú eres el adulto de la situación y que debes actuar como tal.
- Búrlate de la situación. No quiere decir que te burles de tu hijo, sino que no deberías tomar la situación tan en serio. En vez de eso, podrías empezar a bailar sin sentido, saltar, jugar con tus hijos, hablar con voz de robot o molestarlos hasta que ellos se empiecen a reír.
- Lleva algo naranja. Para que no te olvides del método, lleva algo color naranja. "Los rinocerontes son animales vigorosos y tenaces que normalmente son tranquilos, pero si son provocados, suelen ser muy agresivos", comenta McCraith en su página web. El color naranja proviene de la determinación, la vitalidad y la energía.
Recuerda que a los pequeños se les hace difícil entender ciertos comportamientos e incluso algunas decisiones, no los asustes e intenta hablar en su mismo idioma, así criarás personas comprensibles y de buen temperamento.
Fuente: Guía Infantil
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