Los medicamentos mal almacenados pueden conllevar el gran riesgo de ser ingeridos por menores de edad; en su curiosidad o afán de jugar, los niños pueden encontrar pastillas o jarabes utilizados por los adultos que podrían terminar por intoxicarlos. Del mismo modo, si administramos la dosis incorrecta de un medicamento, así sea indicado para niños, podríamos tener las mismas consecuencias.
Por ello, siga las siguientes recomendaciones de prevención:
- Mantenga todos los medicamentos debidamente organizados en su envase original, y almacenados fuera del alcance de los niños.
- Utilizar preferentemente medicamentos con envases que lleven precintos de seguridad.
- No automedicarse, sino siempre mantenerse atento a las indicaciones sobre dosis y medicamentos a administrar.
- Evite tomar pastillas frente a los niños para no fomentar la imitación, ni decir que son ‘caramelos’ para no incitar su curiosidad.
Ante una intoxicación por ingesta de medicamentos, se presentarán síntomas como vómitos, dolor en la boca o barriga, mal color en la piel, sueño, dificultad en la respiración o incluso alteraciones en el comportamiento. Primero que nada, deberá verificar que la persona o niño esté consciente e inducir al vómito solo en caso de sólidos, como por ejemplo pastillas. Si no tenemos la certeza de qué se ha ingerido, no se deberá hacer esto sino acudir inmediatamente al centro de salud.
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