Las intoxicaciones por contacto suceden cuando algún tóxico penetra en el cuerpo a través de la piel o las mucosas. Los plaguicidas o pesticidas son ejemplos de tóxicos que pueden afectarnos de esa manera. Se podrá observar irritación y erupciones en la piel, pero también pueden manifestarse otros síntomas como dificultad para respirar, salivación excesiva, confusión y nerviosismo. Además puede haber ardor e irritación en los ojos, dolor abdominal o diarreas, y hasta desmayos.
Lo primero que debe hacerse ante una víctima de intoxicación por contacto es quitar la ropa que se haya empapado del tóxico y lavar la piel con abundante agua, sin frotar. Aquí, se deberá tener cuidado de no manipular el tóxico con las manos. Si este además ha salpicado o perjudicado los ojos, también deberán lavarse con agua durante 10 o 15 minutos.
Luego, se deberá llamar a los números de emergencia o acudir a un centro de salud llevando la etiqueta del producto tóxico. De esa manera los especialistas podrán administrar los antídotos más adecuados.
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