Las convulsiones febriles

  • hace 10 años

A diferencia de los ataques epilépticos, las convulsiones febriles suelen observarse en niños pequeños cuando tienen fiebres elevadas. Aunque son episodios igual de violentos y atemorizantes, en este caso pueden durar pocos minutos y cesar por sí solos.

Ante ello, las recomendaciones son:

  • Colocar al niño fuera de otros objetos o muebles que puedan causarle daño.
  • Aflojarle la ropa para mejorar su circulación.
  • No colocar nada en la boca del niño pues se les puede provocar lesiones al tratar de abrir sus mandíbulas o dientes a la fuerza.
  • Poner al niño de costado, limpiarlo si es que vomita.
  • No dar al niño de beber hasta que no recupere la consciencia.

Si el episodio no cesa o se repite reiteradamente, debemos acudir al médico de manera inmediata. Así también si identificamos en él dificultad para respirar, tiene apariencia muy enferma o vemos que no responde a los estímulos cuando la crisis ha cesado.

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