Los accidentes oculares ocurren cuando un objeto extraño ingresa a uno o ambos ojos produciendo dolor y lagrimeo. Los ‘cuerpos extraños’ pueden ser desde una pequeña arenilla o pestaña, hasta algo más grande como una astilla de madera o metal que saltó al ojo por accidente. ¿Qué hacer si alguien sufra de un accidente ocular?
Lo primero será identificar qué tipo de cuerpo extraño ha ingresado al ojo, si el objeto queda libre y se va moviendo con el movimiento del párpado (por ejemplo, un insecto) debemos ayudar a la persona lavándole el ojo con una jeringa desechable, haciendo presión con el chorro de agua. Si por el contrario, se trata de un objeto de metal, piedra o madera que queda incrustado en el globo ocular, deberemos acudir inmediatamente a un centro de salud para ser evaluado por un especialista. En este caso no deberemos intentar extraer el objeto ni realizar el lavado del ojo a presión.
Otros accidentes oculares ocurren por el ingreso de sustancias calientes o químicas a los ojos, o por golpes o heridas producidas por objetos romos o puntiagudos. Estos casos pueden comprometer la visión, por lo que deberemos acudir de manera inmediata al centro de salud. En ninguno de los casos es recomendable frotar los ojos, ya que el cuerpo extraño puede terminar dañando otras partes internas. Para evitar accidentes oculares, converse con su familia sobre la importancia de la prevención y el cuidado al manipular objetos o sustancias que puedan saltar o salpicar a los ojos.
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