Los traumatismos oculares pueden ser de dos tipos según el objeto que los produce:
- Cerrados: son ocasionados por un objeto que no tiene aristas y no presentan heridas en los párpados. Sin embargo, son peligrosas porque pueden dañar las estructuras oculares internas o incluso pueden producir un desprendimiento de la retina. En este caso, es importante acudir al centro de salud para que un especialista inspecciones la herida, especialmente en caso se haya afectado la vista (visión borrosa o pérdida de la vista). Es recomendable colocarse una bolsa de hielo para aliviar la inflamación de los párpados incluso durante el camino hacia el centro de salud.
- Abiertos: son ocasionados por objetos con aristas y por lo general dañan los párpados u otras estructuras oculares. Si hay solo daño en el párpado, lo recomendable es cubrir el ojo con una gasa o tela limpia. Si hay daño en el globo ocular (partes internas del ojo) se deberá cubrir ambos ojos para evitar los movimientos oculares que puedan causar más daño.
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