Los niños y jóvenes se caen aparatosamente con más frecuencia que los mayores. Es normal, están descubriendo el mundo y necesitan experimentar. Como docente vas a presenciar durante toda tu carrera suficientes caídas y golpes como para hacer varios videos de YouTube.
Por el bien de todos es bueno que tú, siendo el que está más cerca a ellos, sepas algunos datos claves sobre los golpes. No necesariamente tiene que haber un corte para ser serio. Aprende a distinguir la gravedad de los golpes y cómo manejarlos adecuadamente.
No es lo mismo un golpe fuerte en la rodilla donde hay poca protección de músculo y piel que un golpe de igual intensidad en el muslo. Además, existen algunos síntomas posteriores al golpe que quizá pasen desapercibidos para los chicos pero no para tu ojo.
Contusiones leves
Si el dolor no es intenso y desaparece rápido no hay motivo para preocuparse. Aplicar frío a la zona afectada será suficiente.
Contusiones moderadas y graves
Si el golpe es en una extremidad (brazos o piernas) hay que mantenerla en alto. Después, el alumno va a tener que reposar durante 24 horas para evitar que se inflame. Ojo, si le duele mucho puede haber una fractura así que es mejor no moverlo.
En caso de dolor intenso, mareos o una postura antinatural de la zona afectada es mejor que acudas rápidamente a un profesional de la salud. Puede haber riesgo de fracturas o lesiones internas. Si el moretón es demasiado grande o se expande por el cuerpo quizá se generó una infección.
Qué cosas no debes hacer
1. No apliques calor
Calentar la zona después de sufrir un golpe puede resultar un alivio. Sin embargo, esto aumentará el flujo sanguíneo y puede provocar un “chinchon” peor para el alumno.
2. No muevas la extremidad afectada
Al no saber si ha ocurrido una fractura es mejor no arriesgarse a mover la extremidad o al estudiante.
3. No pinches el hematoma si está muy inflamado (mejor no lo pinches en ningún caso).
Hacer esto solo aumentará la probabilidad de infección.
Fuente: WebConsultas
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