Los jóvenes pasan en el colegio gran parte de su infancia y adolescencia. Por eso, fuera del hogar, el docente adopta el rol de padre, siempre velando por la seguridad de los alumnos en esta etapa de aprendizaje.
Es importante que el profesor se mantenga al tanto de los peligros medioambientales a los cuales están expuestos los estudiantes constantemente. ¡Mira en esta nota algunos datos claves sobre cómo proteger a tus alumnos!
1. Contaminación del aire
Muchas instituciones educativas se encuentran cerca de avenidas muy transitadas, esto puede significar mala calidad del aire debido al monóxido de carbono expulsado por los automóviles u otras fuentes de contaminación. Hay que tratar de que las ventanas de los salones no permitan el paso del aire contaminado. La ventilación del salón debe provenir de una fuente más limpia.
2. Contaminación sonora
Los ruidos en el aula afectan la concentración de los estudiantes y profesores. Por un lado, los alumnos no podrán poner atención a la clase y eso afectará su rendimiento escolar. Por otro lado, el ruido ocasiona que el docente tenga que levantar mucho la voz. Dar las clases gritando ocasiona agotamiento, estrés y problemas en la garganta.
3. Residuos sólidos
La basura en los colegios representa un peligro para la salud de todos. El mal manejo de los residuos o la poca disposición de los alumnos para mantener un ambiente limpio pueden generar infecciones o enfermedades. Desde primaria es importante que los estudiantes entiendan la importancia de la clasificación y reciclaje de la basura.
4. Útiles tóxicos
Hay veces que por falta de tiempo, o en el afán de ahorrar un poco, se compran los útiles de la lista escolar en lugares que no garantizan productos de calidad. Hacer esto es un gran error ya que muchos de estos productos pueden contener plomo, mercurio o cadmio. “Si el niño es sensible a esos productos va a reaccionar, su piel se volverá roja, tendrá diarrea y otros problemas estomacales” indican los expertos. Lo ideal es intentar que los alumnos empleen útiles escolares de marcas reconocidas que cuenten con registro sanitario. “A largo plazo, los metales pesados se van a acumular en sus diferentes órganos, el hígado o los riñones. Si hay mucha acumulación podría desencadenar en cáncer” señala el biólogo Elmer Quichiz.
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