¿Por qué a algunos alumnos les cuesta tanto mantenerse sentados?

  • hace 8 años

El déficit de atención e hiperactividad es un diagnóstico común en estos días. Muchas voces críticas señalan que detrás de muchos de estos diagnósticos lo que hay es una demanda de padres, maestros y hasta algunos médicos para mantener 'calmados' a los niños que son muy 'inquietos'. Dentro de quienes piensan de este modo, no son pocos los que señalan que el problema está en que en estos tiempos se espera que los niños sean más sedentarios que antes.

La televisión, la computadora, los dispositivos móviles y -en la práctica- cualquier pantalla que sirva como fuente de entretenimiento, distracción o aprendizaje obliga a los niños a mantenerse en una misma posición durante períodos prolongados de tiempo. Angela Hascom, una terapeuta especializada en trabajo con niños, publicó un texto en la web del diario The Washington Post en el que postula una teoría sobre por qué a muchos estudiantes en clase les cuesta tanto mantenerse quietos y las repercusiones que esto trae en su desempeño y autoestima.

El meollo del asunto, señala la especialista a partir de estudios conducidos en escuelas estadounidenses, es que los chicos de hoy no están desarrollando adecuadamente su sentido del balance. Si los vemos dando vueltas en su silla, mordiendo lapiceros o golpeando objetos contra su cuerpo de manera descontrolada, en realidad están obedeciendo a un pedido concreto de su cuerpo: necesitan más movimientos. No olvidemos que a nivel mundial, el recorte de las horas de educación física y los recreos en favor de una mayor carga académica está haciendo que en la práctica muchos niños se muevan y ejerciten por menos de una hora al día.

Un niño que está aprendiendo necesita desarrollar su cuerpo a la par que su mente. Cuando el primero no se desarrolla como debería, perjudica al proceso de aprendizaje. La concentración es virtualmente imposible, pues cuando el niño activa su cuerpo instintivamente, de inmediato el comportamiento es censurado o reprochado en clase. Eso quiere decir, que el cerebro vuelve al modo 'dormir' y lo que entra por un oído, sale por el otro.

¿Qué hacer entonces para revertir esta situación? Lo aconsejable es abrir más espacios para la actividad física como parte de las actividades escolares. Promover dinámicas en clase que permitan que los chicos adquieran mayor fuerza, dominio y control sobre su propio cuerpo hará más factible tener estudiantes mejor concentrados y con más recursos para aprehender las lecciones en clase. 

Anterior
Siguiente »

    Comentarios