Los movimientos sísmicos son fenómenos de sacudida brusca y pasajera de la corteza terrestre, que se produce por la liberación de energía acumulada en forma de ondas sísmicas. Los sismos pueden ocurrir en cualquier momento, incluido el horario escolar. Recuerde que en caso de temblores o terremotos, es su responsabilidad como docente proteger a los estudiantes, y mantener la calma para indicarles cómo proceder.
Siga y comparta estos consejos sobre cómo actuar en el aula frente a un sismo:
- Participe de las acciones de la Comisión de gestión del riesgo de la escuela, que incluyen la elaboración del plan de gestión del riesgo, y reuniones con directivos y colegas para planificar rutas de evacuación y acciones de respuesta frente a un sismo.
- Participe activa y comprometidamente de los simulacros de sismo como acción pedagógica.
- Incorpore y desarrolle la gestión del riesgo como tema transversal en el proyecto curricular institucional, en el plan anual de trabajo y en la programación curricular anual.
- Ante un sismo, recuerde que salir corriendo de la escuela constituye un gran peligro. Trate de refugiarse en las zonas de seguridad interna designadas: umbrales, columnas, muros estructurales cerca al ascensor.
- Lleve a sus alumnos lejos de las ventanas, estantes, objetos pesados o cuadros que puedan caerse.
- Dé el ejemplo de cómo colocarse en posición de seguridad, colocando la cabeza entre las rodillas, tapando sus oídos con los codos y entrelazando fuertemente las manos sobre la nuca. Cierre los ojos para evitar que polvo o vidrio ingrese.
- Si está fuera del aula, permanezca allí, acudiendo a las zonas de seguridad externas.
Recuerde que la mejor forma de reducir los riesgos es la prevención.
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