El piercing es una opción estética, un statement o a veces solo una moda. Es una decisión individual, sin duda. Pero si aún eres menor de edad, tienes que ir al colegio, vives con tus padres y aún no eres independiente como para hacerte cargo por tu cuenta de tu salud, deberías tener en cuenta una serie de consideraciones para poder tomar la mejor decisión.
Hemos reunido algunos consejos del portal WebMD para antes, durante y después de la perforación.
Consulta con tus padres. Todo dependerá del tipo de relación y reglas que existan en casa. Algunos padres son más permisivos, otros tienden a tener normas más estrictas. Lo importante es que compartas este tipo de inquietudes con ellos. No tomes este tipo de decisiones a escondidas, pues nunca conducen a nada bueno. ¿De qué valdrá el esfuerzo, el valor y el gasto si al llegar a casa te van a pedir que te lo quites?
Revisa el reglamento de la escuela. Algunos colegios no permiten que los alumnos lleven perforaciones. No tiene ningún sentido ir contra estas disposiciones pues solo te traerán problemas.
Chequea tus vacunas. Tétano y Hepatitis B están dentro de las enfermedades más comunes que por diversos motivos podrías contraer al hacerte la perforación. Dado que el riesgo siempre estará ahí, no está de más asegurarte que cuentas con el refuerzo inmunológico necesario. Enfermedades como el VIH y la Hepatitis C no cuentan con vacuna, por lo que es doblemente importante que el sitio al que vayas sea de mucha confianza.
No lo intentes en casa. Olvídate. No es una opción. Ni tú ni un amigo o amiga tanto o más inexperto que tú y sin los implementos necesarios están en condiciones de realizar una perforación. Va a terminar mal. En serio.
Escoge bien el lugar. El sitio al que vayas a hacerte la perforación debe cumplir con algunos requisitos mínimos de higiene y profilaxis. Personal que se desinfecta antes de trabajar, jabón antibacterial, guantes descartables, hornos para esterilizar, agujas esterilizadas deberían ser visibles ni bien entras al lugar. Debe contar además con las licencias respectivas de funcionamiento.
Cuidado con las alergias. Hay personas alérgicas a cierto tipo de metales que podrían tener reacciones adversas ni bien su piel entre en contacto con la aguja o la pieza que decida encajar en la perforación. Oro de 14 y 18 kilates, acero quirúrgico y titanio son metales seguros que evitan reacciones alérgicas.
Ojo con las infecciones. Apenas notes algún signo de enrojecimiento, dolor, supuración e hinchazón días después del piercing, acude a tu médico de confianza. El especialista determinará la mejor manera de tratar la infección. Sacarte la pieza solo cerrará el agujero pero no garantiza que te curarás de la infección. Podrías empeorarla.
Todo es reversible. Todo piercing cicatriza en períodos que van desde los dos meses (lengua) hasta ocho (orejas). Si decides quitarte el piercing en algún momento, recuerda que el agujero cerrará. A diferencia de los tatuajes, este camino de retorno es más sencillo.
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