A la mayoría de niños le cuesta, en algún momento, el curso de matemáticas. Incluso para los padres que no se llevan muy bien con los números, este puede ser un problema a la hora de ayudar con las tareas. La solución rápida y poco económica, pude ser contratar a un maestro, sin embargo, hay que evitar precipitarse.
Si bien la ayuda de un profesional en la materia es importante, también lo es que los padres entiendan que pueden ser capaces de ayudar a sus hijos. Su papel en la educación es fundamental para propiciar un buen ambiente de aprendizaje en la casa y evitar que en un futuro lleguen a detestar las matemáticas o el estudio en general.
Aquí te dejamos algunos consejos.
Las matemáticas están en todos lados
Todos en algún momento han cuestionado su obligación a aprender matemáticas y la razón es que nadie les ha dicho que ésta forma parte de su vida diaria. Muchos ni se dan cuenta, pero a diario están realizando ecuaciones matemática cuando pagan por algo, compran cosas que tienen descuento en porcentajes (%) o calculan cuánto demorarán en llegar de un punto a otro.
Es más, la naturaleza en sí -cómo alguna vez dijo el matemático Galileo Galilei- "está escrita en lenguaje matemático". El mundo que nos rodea está lleno de formas geométricas (círculos, esferas, cuadrados, etc), incluso la tecnología que usamos a diario tiene su base en las matemáticas.
Entender la importancia de las matemáticas en la vida diaria es el primer paso.
Aprovechar las nuevas tecnologías
En la actualidad, los niños son unos capos utilizando los dispositivos móviles y hay muchos que cuentan con uno en casa. Las aplicaciones que se pueden encontrar en las tiendas virtuales no solo se limitan al ocio, también hay apps gratis con las que los niños pueden aprender matemáticas como jugando, literalmente.
También hay webs, como Mundo Primaria, donde pueden encontrar juegos matemáticos para niños de todas las edades.
Acompáñalos
Al menos al inicio de su formación, las tareas escolares son responsabilidad de los hijos y los padres. Ayudar no implicar hacerles las tareas o darles las respuesta, sino acompañarlos en su aprendizaje y guiarlos en el camino.
Diles que te lo expliquen
Un niño que sabe explicar, es un niño que realmente aprendió. Es fácil memorizar y repetir que la multiplicación de 8 por 5 da 40, pero entender el proceso de cómo se llegó a la respuesta hará que el niño realmente entienda lo que le están enseñando.
Ayúdales a entender que de los errores se aprende
Fuente: Mundo Primaria/Soy Matemáticas
Comentarios