¿Qué debo hacer si mi hijo sufre una convulsión?

  • hace 8 meses

Las convulsiones en los niños pueden ser una experiencia aterradora para todos en casa, pero estar preparados y saber cómo reaccionar puede marcar la diferencia en el bienestar de tu pequeño. Solemos asociar las convulsiones a ciertas enfermedades o condiciones y a episodios de gran magnitud de movimiento, pero existen muchos motivos y formas en estos episodios y es importante saber actuar si se presentan. Por supuesto, contar con un seguro de salud, nos ayudara a asegurar su bienestar y acceder a un tratamiento temprano efectivo si fuera necesario.

Aquí te ofrecemos una guía completa sobre qué hacer ante un episodio de convulsión, así como algunos consejos preventivos para mantener seguros a tus hijos.

¿Cuál es el origen de una convulsión?

Así deben actuar los padres en caso de una convulsión

Existen diferentes motivos por los que un niño puede convulsionar y es importante que estemos al tanto de las posibles causas de una convulsión en nuestros hijos:

  • Convulsiones febriles: Ocurren en niños pequeños como resultado de fiebres altas.
  • Convulsiones epilépticas: Provocadas por una actividad eléctrica anormal en el cerebro, pueden ser de varios tipos, como tónicas, clónicas, mioclónicas o ausencias.
  • Convulsiones no epilépticas: No están asociadas con la epilepsia y pueden ser causadas por diversos factores, como fiebre alta, infecciones, trastornos metabólicos o traumatismos.

Formas de una convulsión

No toda convulsión sucederá de manera violenta con grandes movimientos involuntarios en el cuerpo de nuestros pequeños, pues las convulsiones pueden manifestarse de diversas formas, y es importante estar familiarizado con ellas:

  • Tónicas: Caracterizadas por rigidez muscular sostenida, donde el cuerpo se vuelve rígido y tenso.
  • Clónicas: Se caracterizan por movimientos rítmicos y repetitivos de los músculos, que pueden afectar a una parte del cuerpo o extenderse a todo el cuerpo.
  • Mioclónicas: Provocan sacudidas breves y repentinas de los músculos, que pueden ser leves o intensas.
  • Tónicas-Clónicas Generalizadas: También conocidas como convulsiones grand mal, estas involucran tanto la rigidez muscular como los movimientos rítmicos y suelen estar acompañadas de pérdida de conciencia.
  • Ausencias: Se manifiestan como breves períodos de ausencia de actividad y conciencia, donde el niño parece desconectado temporalmente de su entorno.
  • Atónicas: Caracterizadas por la pérdida súbita y temporal del tono muscular, lo que puede causar que el niño se caiga repentinamente al suelo
  • Desvanecimiento breve seguido de confusión
  • Cambios inusuales en el comportamiento 
  • Babeo súbito o espuma en saliendo por la boca
  • Movimiento extraño de los ojos
  • Gruñir y resoplar
  • Pérdida del control de esfínteres

Pasos a seguir durante una convulsión

Así deben actuar los padres en caso de una convulsión

Si tu niños presenta un cuadro convulsivo, debes seguir estos consejos para ayudarlo durante el episodio:

  • Mantén la calma para poder actuar de manera efectiva.
  • Protege a tu hijo y acuéstalo en un lugar seguro y acolchado para evitar que se golpee durante la convulsión.
  • Ponlo de lado para facilitar la respiración y prevenir la aspiración de saliva o vómito y evitar asfixia.
  • No intentes contener los movimientos de tu hijo durante la convulsión, esto podría causarle lesiones, pero retira cualquier objeto con el que pudiera hacerse daño.
  • No introduzcas nada en su boca durante una convulsión. Al momento de intentar separar sus dientes, podrías causar lesiones. 
  • Retira prendas ajustadas.
  • No le des agua, alimentos o pastillas hasta que el episodio haya pasado por completo y tu hijo esté totalmente alerta otra vez.
  • Registra la duración de la convulsión y si la convulsión dura más de cinco minutos, llama inmediatamente a servicios de emergencia.
  • Quédate a su lado observándolo después de la convulsión, seguro se sentirá muy cansado y necesitará dormir un poco.

Qué hacer después de una convulsión

Una vez que la convulsión haya pasado, sigue estos pasos:

  • Actúa con serenidad para que tu pequeño no se asuste
  • Minimiza el ruido luces para evitar mayor aturdimiento
  • Evalúa posibles lesiones causadas durante la convulsión
  • Anota los detalles, como la hora de inicio y duración de la convulsión, así como cualquier otro detalle relevante que puedas proporcionar al médico
  • Contacta a un médico para una evaluación adicional

Consejos preventivos

Además de saber cómo reaccionar durante un episodio de convulsión, también es importante tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de que ocurran o minimizar los daños cuando suceda:

  • Control de la Fiebre: Si tu hijo es propenso a convulsiones febriles, mantén bajo control su temperatura corporal durante episodios de fiebre.
  • Medicación: Si tu hijo tiene epilepsia u otra condición convulsiva, asegúrate de que esté tomando su medicación según lo prescrito por el médico.
  • Acondiciona tu hogar: Elimina objetos peligrosos o afilados que puedan causar lesiones durante una convulsión. Asegura los muebles para evitar que se vuelquen y coloca almohadas o cojines alrededor de las áreas donde tu pequeño pase más tiempo.
  • Supervisión constante: Mantén siempre una supervisión cercana, especialmente si es propenso a convulsiones.

Ver a tu hijo convulsionar es simplemente aterrador, pero estar preparado y saber cómo manejar un episodio convulsivo puede marcar la diferencia en su seguridad y bienestar. Aunque parezca imposible, debes mantener la calma para poder actuar con eficiencia y precisión y ayudar a tu pequeño en este momento de desconcierto y miedo. Sigue los pasos adecuados y toma medidas preventivas para minimizar el riesgo de futuras convulsiones. Recuerda consultar a un médico para obtener orientación adicional y apoyo.

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