Más que un momento de pura diversión, el juego es una herramienta muy poderosa en lo que respecta a la salud y desarrollo de un niño. Desde el “¿Dónde está?… ¡Acá está!”, “Simon dice”, los rompecabezas y los bloques para hacer torres hasta juegos en los que no se necesitan juguetes ni reglas; son muchas las formas de jugar que enriquecen el cerebro, el cuerpo y la vida del pequeño de maneras muy importantes.
El juego puede ser libre o estructurado, y ambos tienen beneficios para el desarrollo integral infantil. Para ahondar en el tema, conversamos con Arán Martínez, Analista de Desarrollo Infantil Temprano de Volar, un proyecto de Aporta, la plataforma de impacto social del Grupo Breca, diseñado con el propósito de que los niños peruanos de 0 a 5 años alcancen su máximo potencial.
¿Por qué es importante el juego para el desarrollo integral de los niños?
Diversas investigaciones en primera infancia han demostrado que, a través del juego, los niños son capaces de aprender constantemente sobre el mundo que les rodea y sobre sí mismos. El juego les permite interactuar con otras personas, con su entorno y consigo mismos, teniendo la oportunidad de hacer representaciones de la realidad a través de la imaginación, cumplir normas o reglas, respetar turnos, entre muchas otras cosas.
El juego significa para los menores un aspecto fundamental para el desarrollo cognitivo, emocional, físico y para sus relaciones sociales. Las experiencias positivas de juego, desde el momento en que nacemos, influyen críticamente en la manera que nos desarrollamos. Sus principales beneficios se reflejan en mejores habilidades socioemocionales y cognitivas, así como en la adquisición de la fuerza y destreza física que los niños necesitan a lo largo de su vida.
En ese sentido, como madres, padres o cuidadores necesitamos promover los momentos de juego, lo cuales serán de dos tipos: el juego libre y el juego estructurado.
¿En qué se diferencia el juego libre del juego estructurado?
Por un lado, el juego libre no tiene reglas. Se basa en la imaginación y la creatividad de los niños y no tiene un objetivo o meta clara, previamente definido, al momento de realizarse. En el juego libre se sostiene la posibilidad de elegir hacer algo de acuerdo con sus propios intereses y/o necesidades del momento. No responden a ninguna instrucción por parte de un adulto. Por lo general, se realiza individualmente, pero al unirse con sus pares e imaginar colectivamente refuerza también una conducta social positiva, así como la construcción de su propia identidad y su autoestima.
El juego libre tampoco necesita juguetes, ya que busca que el niño o niña construya un “mundo de juego” con lo que ya existe a su alrededor. Aquí, nuestra labor está en brindarle espacios seguros y estimulantes para su imaginación, donde les provoque hacer y deshacer de manera libre. Por ejemplo, es común encontrarlos jugando con una caja vacía y que ellos lo “conviertan” en una nave espacial o en una casita. Este juego simbólico les ayuda simular la realidad.
También podemos brindarles bloques de juguete, lápices de colores o papeles en blanco, pero que no tengan una estructura definida por armar o una guía de instrucciones. Lo importante es que sean seguros para su edad. Si vas a sumarte a su juego, debes siempre respetar sus reglas, pues es el pequeño quien guía este tipo de juego.
Por otro lado, el juego estructurado sí requiere de reglas y metas específicas que los niños tendrán que cumplir para participar. Este tipo de juego es, en la mayoría de las veces, guiado por un adulto, quien supervisa y orienta el desarrollo del juego para cumplir los objetivos – de aprendizaje y entretenimiento- de manera lúdica pero significativa. A pesar de que este sea un tipo de juego donde el adulto toma un rol importante, deben ser los niños quienes lideren la actividad, deben disfrutarla y sentir realmente que lo hacen porque quieren hacerlo y no porque alguien se los ha impuesto.
Algunos ejemplos de juego estructurado se encuentran en las actividades deportivas o de competencia, los juegos de mesa o cartas, los juguetes para armar figuras reales y específicas, y hasta dinámicas tan simples como “Simón dice”.
En términos de oportunidades de aprendizaje, el juego estructurado permite a los niños desarrollar habilidades de competencia sana y positiva, cumplir con normas, respetar turnos, entre otros que, al igual que en el juego libre, son claves para su proceso de socialización y comprensión de su entorno. Por lo general, la meta de los juegos estructurados es “ganar” y, aunque la competitividad fortalece sus capacidades para realizar una acción, es muy importante premiar el esfuerzo de tus hijos (así no hayan ganado), para proteger su autoestima y animarle a seguir intentando.
¿Cuáles son los beneficios juego libre para el desarrollo de los niños?
- Se fortalece su agilidad para resolver problemas.
- Es cada vez más consciente de su capacidad para escoger entre uno y otro objeto o actividad, lo cual fortalece su autonomía.
- Le permite experimentar y conocer sus límites.
- Imita la realidad y construye su entendimiento sobre la misma.
- Fortalece su memoria y concentración.
- Desarrolla su imaginación y creatividad.
¿Cuáles son los beneficios del juego estructurado para el desarrollo de los niños?
- Desarrolla una mayor disciplina.
- Aprende a respetar los turnos.
- Fortalece su memoria y concentración.
- Es capaz de reconocer y cumplir las reglas.
- Se fortalece su capacidad para resolver problemas.
- Aprende a trabajar en equipo.
- Desarrolla el manejo de la frustración.
¿A partir de qué edad se debe fomentar el juego en los niños?
Desde los momentos más tempranos de la infancia, los niños poseen un increíble potencial para aprender y desarrollarse integralmente jugando. Aquí, rompemos el mito de que las personas empiezan a aprender desde que hablan y caminan. Desde el momento en que nacen ya son capaces de conectar e involucrarse con su entorno y sus cuidadores.
Uno de los juegos más populares y entretenidos para los bebés, por ejemplo, es el “peek-a-boo”, donde colocas un objeto o tus propias manos frente a tu cara y le preguntas “¿a dónde se fue mamá/papá?” y luego descubres tu cara y le dices “aquí está”. Ese pequeño momento representa una interacción de calidad que es muy valiosa para el desarrollo de su cerebro.
¿Qué consejos se le pueden dar a los cuidadores para asegurar que el tiempo de juego de sus hijos contribuya a su desarrollo integral?
- ¡Asegúrate de que disfrute la actividad! La diversión debe serlo principal, tanto al disfrutar una tarea por sí misma, como al experimentar una emoción momentánea de sorpresa, reflexión o éxito después de superar un reto.
- Procura que se involucre activamente. Imagina que tu hija se encuentra completamente absorbida por un juego de construcción de bloques. Ella está imaginando activamente cómo las piezas irán juntas y está tan absorta por la actividad que no se da cuenta que le estás llamando para ir a comer. Su inmersión mental y su capacidad para mantenerse concentrada son especialmente poderosas en el contexto del aprendizaje a través del juego.
- Relacionen el juego con experiencias. El juego se vuelve significativo cuando puede relacionar nuevas experiencias con algo que ya conoce. En el juego, los niños suelen explorar lo que ya han visto y hecho, o notado que otros hacen, como una manera de entender lo que significa. Al recrear estas situaciones a través del juego, pueden expresar y expandir su entendimiento a través de diversos medios, símbolos y herramientas.
- Prueben distintas cosas, diferentes posibilidades, revisen diferentes hipótesis y descubran nuevas preguntas que conduzcan a mayores aprendizajes. Por ejemplo, un niño puede intentar diferentes maneras de construir una torre con bloques probando y fallando para entender qué necesita para que su torre sea la más alta.
- Está bien que juegue solo/a, pero invítale a jugar con otros también. La interacción social es una herramienta poderosa para el aprendizaje y para el juego. Al comunicar nuestros pensamientos, entendiendo a los demás a través de las interacciones directas y compartir ideas, los niños no solo son capaces de disfrutar estar con otros, sino que también construyen un entendimiento más profundo del mundo y forman relaciones más significativas. Esto puede ser un poco complicado por la emergencia sanitaria a raíz de la Covid-19, pero teniendo los cuidados y una muy buena higiene podemos brindarle a nuestros hijos esta gran experiencia.
Finalmente, recuerda que los niños se llevan todo a la boca. Es parte de su experimentación. Por ello, es muy importante que mantengas los espacios de juego y los juguetes de los niños limpios y desinfectados, y que estos sean adecuados para su edad.
Si quieres poner en práctica estos conceptos y conocer más sobre la mentalidad del juego de los niños, ingresa a la web de Volar (www.volar.org.pe) en la sección ¡Aprendamos! Ahí encontrarás herramientas para ti como madre, padre o cuidador principal. Recuerda que tú tienes todo lo que necesitas para impulsar el desarrollo de tus hijos.
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