Se llama ‘bullying’ al conjunto de conductas de hostigamiento, faltas de respeto y maltrato verbal o físico que recibe un alumno en forma reiterada por parte de otros estudiantes con el fin de someterlo, intimidarlo y/o excluirlo.
Este tipo de violencia juvenil se encuentra cada día más presente en la escuela, y con ello nuevos retos para los maestros. Preste atención a la conducta de sus alumnos, y recuerde estos signos para identificar posibles víctimas o agresores:
- Un posible agresor no cumple las normas de convivencia, ni asume responsabilidad de su mala conducta. Se burla de los demás cuando intervienen en clase, y no pide disculpas cuando ha actuado mal. Por el contrario, se enorgullece de su conducta agresiva, y en general mantiene un comportamiento de este tipo.
- Una posible víctima, en cambio, suele mostrarse triste, apático y abatido. En clase, tiene pocos amigos y es excluido para los trabajos en grupo. Viene frecuentemente con golpes o heridas del recreo y empieza a tener faltas frecuentes al colegio. Con ello, baja su rendimiento escolar.
El ‘bullying’ atenta contra la dignidad del alumno y su derecho a gozar de un entorno escolar libre de violencia. Sin embargo, muchas veces él u otros compañeros de clase no se atreven a denunciarlo con un adulto. Como maestro, usted puede evitar que más jóvenes sufran de este maltrato, escuchándolos sin minimizar los pedidos de ayuda que puedan surgir.
No olvide mantener canales de comunicación abiertos con las familias de sus alumnos, para poder actuar en conjunto y erradicar este problema en su salón de clase.
Comentarios