Muchas veces se cree que para que una niña o niño sea considerado buen estudiante basta con que sea bueno en matemáticas y otros cursos de ciencia, sin embargo, el arte es una pieza fundamental en la educación de los menores. Su desarrollo como persona estará incompleto sin la expresión artística, descubre por qué.
Es necesario hacer la aclaración desde el principio: la idea no tiene que ver con que que los niños se vuelvan artistas, cantantes o bailarines, sino que experimenten diversas actividades que les permitan ser sensibles y crecer como personas empáticas con su entorno. Dicho esto, descubramos 6 beneficios de motivar la expresión artística en los pequeños:
1. Mejora del rendimiento académico
Los estudios demuestran que existe una correlación entre el arte y otros logros. Un informe de Americans for the Arts indica que los menores que participan regularmente en actividades relacionadas con el arte (tres horas al día, tres días a la semana, durante un año completo) tienen cuatro veces más probabilidades de ser reconocidos por sus logros académicos que los niños que no lo hacen. Así, pueden destacar durante una exposición, en la feria de ciencias del colegio, o hasta en actividades fuera del colegio.
2. Habilidades motoras
Muchos de los movimientos involucrados al producir arte, como por ejemplo sostener un pincel o garabatear con un crayón, son esenciales para el crecimiento de las habilidades motoras finas en los niños pequeños. Según los The National Institutes of Health (EE.UU.), alrededor de los tres años los niños deben dibujar círculos y comenzar a usar tijeras. A los cuatro años, los niños pueden dibujar un cuadrado y cortar líneas rectas con las tijeras. Muchos programas preescolares enfatizan el uso de tijeras porque desarrollan la destreza que los niños necesitarán para escribir (siempre con la supervisión de un adulto).
3. Desarrollo del lenguaje
Para los niños muy pequeños, hacer arte, o simplemente hablar sobre él, brinda oportunidades para aprender palabras básicas como los colores, las formas y las acciones. Y pueden empezar con las diferentes expresiones del arte desde temprana edad. Por ejemplo, al año de edad, los padres pueden hacer actividades simples como arrugar papel y llamarlo "pelota".
Cuando se les inculca el arte desde pequeños, los niños son capaces de describir perfectamente sus creaciones artísticas y detallar los sentimientos que les provocan, es decir, el lenguaje es parte de ellos y lo emplean con facilidad.
4. Toma de decisiones
La educación artística fortalece las habilidades de resolución de problemas y de pensamiento crítico. La experiencia de tomar decisiones y elecciones en el curso de arte se traslada a otras partes de la vida. Explorar, pensar, experimentar y probar nuevas ideas, los ayudan a analizar más las cosas y así tomar las mejores decisiones posibles.
5. Aprendizaje visual
Dibujar, esculpir con arcilla y ensartar pedrería en una cuerda, logra que los niños desarrollen habilidades visuales y espaciales. Por ejemplo, actualmente vemos que los niños desde pequeños ya saben cómo operar un teléfono inteligente o una tablet, lo que significa que incluso antes de que puedan leer, los niños reciben información visual. Ahora, los pequeños aprenden mucho más de fuentes gráficas que en el pasado
6. Inventiva
Cuando se anima a los niños a expresarse y asumir riesgos al crear arte, desarrollan un sentido de innovación que será importante en su vida adulta. Para que nuestra sociedad avance, necesita de gente pensante, creativa e innovadora, no personas que solo sean capaces de seguir instrucciones.
Ahora que ya conoces la importancia de que los niños y niñas desarrollen su expresión artística, te compartimos algunas recomendaciones:
- Impulsarlos al mundo de la música les permite desarrollar habilidades emocionales, sociales, corporales, conceptuales y lingüísticas.
- Fomenta en ellos las artes visuales, entre las que se encuentran la plástica y la animación. En ellas se trabajan la forma, el color y los materiales. Las formas delimitan el espacio, el color permite conocer los matices y los materiales estimulan el tacto.
- Desde los 2 años se puede empezar a jugar y a experimentar con la pintura, pero solo con las manos. No se necesita ningún otro instrumento.
- El baile estimula la coordinación, libera energía y mejora los estados de ánimo.
- No se recomiendan los libros para colorear, pues podrían limitar la creatividad.
Finalmente, recuerda que lo mejor de impulsarlos a seguir alguna actividad artística es que podrán pasar tiempo contigo o tendrán temas de conversación. Incluso, si descubre su pasión por el arte gracias a ti, le darás otro motivo para admirarte más.
Fuentes: abcdelbebe.com / pbs.org
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