A diferencia de los camellos, que sí pueden acumular agua en su joroba, los seres humanos necesitamos beber líquido de manera constante para no deshidratarnos y permanecer saludables. Especialmente durante el verano, donde eliminamos más líquidos a través del sudor y la sequedad del sol, la deshidratación (pérdida de agua en nuestro cuerpo) puede quitarnos mucha energía, con lo cual vendrán síntomas como mareos, sequedad en la boca y fatiga constante.
Sigue los siguientes consejos para mantenerte bien hidratado, recuerda que esto no es solo durante el verano, sino todo el tiempo, especialmente al encontrarte mucho tiempo al aire libre o al realizar algún deporte:
- Haz del agua tu bebida favorita, o reemplázala con zumo de frutas frescas.
- Ingiere entre 2 y 2.5 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades. Esto equivale aproximadamente a agregar 8 vasos de agua al día a tu dieta habitual.
- Come frutas ricas en sabor y en líquido, como la sandía, melón, tuna y toronja.
- En época de calor, mantente en ambientes frescos y ventilados, y aumenta el consumo de agua.
Recuerda que existen otras causas médicas de deshidratación (p.e. enfermedades gastrointestinales), así que si te sientes débil o sufres un desmayo, acude inmediatamente al doctor.
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