Dependiendo de su almacenamiento e higiene, algunos alimentos pueden tener bacterias y toxinas que terminan por enfermar nuestro organismo. Por ello, resulta indispensable que cuidemos qué comemos, dónde comemos y cómo comemos, verificando siempre su higiene y el lavado de nuestras manos.
Son varios los microorganismos que pueden provocar dichas enfermedades, que por lo general atacan nuestro sistema gastrointestinal produciendo vómitos, diarreas y malestar. La mayoría de estas bacterias suelen infectar alimentos o agua cuando entran en contacto con heces de animales o con utensilios que no han sido debidamente lavados, provocando ciertas enfermedades como:
- Salmonelosis
- Diarrea por E. coli o Escherichia coli
- Hepatitis A
- Cólera
- Fiebre tifoidea
- Gastroenteritis por otros orígenes, por ejemplo virales
Recordemos también que dichas enfermedades pueden propagarse por el contacto con las manos contaminadas, algunas también por los estornudos o la tos, por lo que las personas que preparan o manipulan alimentos pueden transmitir la infección. Cuidemos entonces la higiene no solo al consumir nuestros alimentos, sino también al prepararlos.
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