Entrevista: ¿Existen las enfermedades mentales en los niños?

  • hace 7 años

Muchas personas creen que los niños están libres de padecer enfermedades mentales; sin embargo, debido a los diversos factores a los que están expuestos hoy en día, es muy probable que los pequeños se vuelvan vulnerables al desarrollo de estos desordenes y que los manifiesten por el resto de su vida.


Para conocer más respecto al tema y saber de qué manera actuar ante la aparición de este tipo de enfermedades, conversamos con el doctor Jimmy Peralta, Psicólogo de la Dirección de Salud de La Marina de Guerra del Perú y Subgerente de la sociedad de evaluación, capacitación, investigación y asesoría psicológica.


1.  ¿Qué son las enfermedades mentales y cuáles son los tipos que pueden afectar a los niños?

Las enfermedades mentales son una alteración de tipo emocional del comportamiento o de los procesos cognitivos, que generan malestares psicológicos en diversas áreas como la emoción, motivación, cognición, conciencia, conducta, percepción, aprendizaje y lenguaje, limitando el desarrollo de quien la padece y provocando su desadaptación del medio donde se desenvuelve.

Teniendo en cuenta ello, los niños pueden desarrollar enfermedades mentales como depresión infantil, fobias, trastornos ansiosos, trastornos de la conducta alimenticia, conductas adictivas (video juegos o internet), psicosis infantiles y conductas antisociales.


2.  ¿A qué se deben las enfermedades mentales en los niños? ¿Genética, factores sociales, familiares?

Pueden deberse a tres razones: En primer lugar a variables biológicas hereditarias, es decir que un miembro de la familia haya sufrido o sufra de alguna enfermedad mental. Un segundo motivo podría ser la crianza y aprendizaje, ya que la forma en la que criamos a los niños determina el estilo con el que afrontan los problemas y la resistencia que tienen ante las adversidades. Una mala formación influirá directamente en su estado emocional y conductas. Y por último, también pueden deberse a eventos estresantes o traumáticos por los que hayan atravesado los niños dentro de sus entornos más cercanos (colegio, amigos, familia). Muchas veces pensamos que ellos no sufren con exigencias estresantes y los sometemos desde temprana edad a una vida de competencias y comparaciones, provocando que sufran un desequilibrio en su mundo psicológico.


3.  ¿Qué comportamientos podrían ser señales de alerta en un niño?

Existen una serie de conductas que nos pueden hacer sospechar de la presencia de una enfermedad mental, sin embargo todas ellas tienen como característica común la desadaptación al medio ambiente donde el niño se desarrolla.

Entre las más comunes podemos detallar: Aislamiento, desconexión de la realidad, respuestas violentas y agresivas, carácter explosivo, desadaptación en la escuela, poco control de sus conductas, cambios de humor, desajustes en su conducta alimenticia, ansiedad desmedida y nulo acato de normas y órdenes.


5.  ¿Desde qué edad se pueden empezar a identificar comportamientos extraños?

No existe una edad específica donde se desarrollen, pero los cambios son más fáciles de identificar cuando el niño ya presenta una serie de conductas estables.


6.  ¿Cuándo las fantasías de los niños pasan a ser preocupantes?

Todos los niños, al pasar por un proceso de desarrollo psicológico, utilizan la fantasía como medio de juego y de estimulación cognitiva; sin embargo, cuando esta fantasía genera malestar en él y le provoca ansiedad, miedo no controlable o influye en la voluntad de sus conductas, generándole dificultades de interacción y adaptación, es donde ya debemos buscar ayuda de un especialista.


7.  ¿Qué tratamientos se le dan a los niños con enfermedades mentales?

Existen diversas terapias psicologías que van a guiar a la mejora del niño y va a depender de la problemática que presenta; entre las más utilizadas tenemos las terapias lúdicas, cognitivas conductuales, del comportamiento y sistémicas.


8.  ¿Qué progresos se podrían ver con un tratamiento adecuado?

El objetivo principal es que el niño vuelva a la conducta sana de adaptación y desarrollo tanto en su ambiente social, familiar y personal. La estabilidad emocional y del comportamiento se dará de manera gradual a medida que el tratamiento se vaya desarrollando.

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