Acudir al dentista suele ser una tortura para los niños y eso sucede, principalmente, a que sus padres han esperado demasiado para llevarlos a su primera visita, creyendo erróneamente que como ellos no fueron hasta los 7 u 8 años, sus hijos tampoco lo necesitan. Lamentablemente están equivocados, ya que los tiempos han cambiado y hoy en día es muy común que los niños empiecen a consumir dulces desde muy pequeños, lo que provoca que la aparición de bacterias y caries sea mucho más temprana y requiera de la atención de un especialista.
Entonces, ¿cuál es la edad ideal para llevar a un niño al dentista? ¿Qué acciones deben tomar para que el pequeño no sienta temor?
¿A qué edad debo llevar a mi hijo al dentista?
Muchos creen que la edad ideal para que los niños vayan al dentista es luego de que le terminen de salir todos los dientes de leche; sin embargo, debido a la gran cantidad de dulces que muchos consumen, se ha indicado recientemente que lo adecuado es que acudan a partir del primer año.
Es importante también tener en cuenta que una carie en un diente temporal, causa tanto dolor como en uno definitivo. En caso la carie sea profunda y se haya “comido” gran parte del diente, es necesario hacer la curación y no seguir la filosofía nada acertada de “si se le va caer para qué se lo voy a curar”.
¿Cómo generar una actitud positiva de los niños hacia el dentista?
Es natural que los niños sientan cierto temor por lo desconocido, por eso, tal como lo mencionamos líneas arriba, es importante que las visitas al dentista se hagan de manera regular desde la aparición de los primeros dientes de leche. Sigue las siguientes recomendaciones:
- Evita amenazarlo con llevarlo al dentista cada vez que se porte mal o coma algún dulce.
- Explícale que las visitas periódicas al dentista son necesarias para evitar tener problemas en los dientes.
- Incúlcale la responsabilidad de tener una buena higiene dental desde pequeño.
- Recuérdale que así tenga una buena higiene bucal, deberá visitar al dentista por lo menos una vez cada 6 meses.
- Trata de que su relación con el dentista sea buena y si no lo es, prueba con otro hasta que se sienta cómodo y seguro.
Ahora que ya tienes la información, corre con tu hijo al dentista. No dejes que las caries te lleven la delantera.
Con información de Sanitas y Guía Infantil
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