Hiperactividad y TDAH

  • hace 8 años

La hiperactividad, a nivel coloquial, es muchas veces relacionada con los niños ‘inquietos’ o ‘malcriados’. Sin embargo, el llamado déficit de atención con hiperactividad, o TDAH, refiere a un trastorno de conducta que va más allá de las malas costumbres o hábitos del niño, y tiene que ver con un nivel de actividad motriz por encima del promedio, acompañado de una real incapacidad para controlar la propia conducta.

Un niño con déficit de atención con hiperactividad, además de no poder concentrarse, no logra mantenerse quieto. Por ejemplo, juega con sus manos o pies, se retuerce en su asiento y lo abandona fácilmente. Corre y trepa de manera excesiva aún en situaciones inapropiadas, y a menudo es ruidoso y habla mucho. Todo esto puede ser muy agotador para los adultos que lo cuidan, pero es muy necesario recordar que nadie adquiere un TDAH a propósito, es decir, nadie es culpable de padecerlo.

Como maestros, es muy necesario conocer y saber actuar oportunamente ante dichos signos. Esto quiere decir que no debemos apresurarnos a un diagnóstico, ya que muchos niños pueden parecer inquietos en algún momento, pero no todos tendrán TDAH. En caso de sospechar de un caso en el aula, deberá conversarse con los padres y sugerir una visita al especialista.

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