Lavarnos bien las manos nos protege de muchas enfermedades, y aunque a veces parezca que las tenemos limpias, albergan gérmenes y bacterias que debemos eliminar.
Para lavarte las manos correctamente, debes mojarlas y utilizar una cantidad considerable de jabón, frotando vigorosamente tus palmas, el dorso de cada mano, e incluso las muñecas. ¡Recuerda además lavar muy bien el área entre los dedos y debajo de las uñas, pues es ahí donde a los gérmenes les encanta esconderse! Para enjuagar, utiliza abundante agua de ser posible tibia, ya que la temperatura desinfecta mejor. Sécate con una toalla limpia y recuerda dejar el lavadero ordenado.
Lava tus manos varias veces al día, especialmente en estos momentos:
- Antes de comer y cocinar
- Después de ir al baño
- Después de tocar animales, incluyendo tu mascota
- Después de sonarte la nariz, toser o estornudar
- Después de estar fuera (jugando, en el jardín, paseando al perro, etc.)
Un lavado de manos efectivo con agua y jabón dura en total entre 40 y 60 segundos. Una buena alternativa si no contamos con agua y jabón cerca es usar alcohol o algún gel desinfectante. ¡Recuerda que manos limpias asegura niños sanos!
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