La cocina de nuestro hogar, lugar donde preparamos y servimos los alimentos, debe mantenerse especialmente limpia para evitar enfermedades e infecciones a nuestra familia, y a la vez garantizar la calidad nutricional de todo lo que consumimos. El aseo de la cocina incluirá no solo la correcta limpieza de los utensilios, sino también el estado de nuestros electrodomésticos e instalaciones; así como el cuidado que debemos tener con nuestra propia higiene al manipular alimentos.
Existen algunas zonas en nuestra cocina que requerirán atención especial en su limpieza debido a que son focos de contaminación, aquí algunas recomendaciones:
- Asegúrese que su despensa (reposteros, armarios, etc.) sea un lugar fresco, seco y ventilado.
- Recuerde limpiar periódicamente tanto el congelador como la refrigeradora, para asegurar que lo que allí almacene se conserve de la mejor manera.
- Todos los utensilios, incluyendo los cubiertos, envases, hasta paños de cocina, deben lavarse cada vez que se usan y desinfectarse con un buen detergente.
- Limpie y seque bien las superficies como mesas y tablas de cocina, ya que en ellas se manipularán los alimentos.
- Mantenga el tacho de basura debidamente tapado y aseado con frecuencia.
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