¿Sabía que uno de cada cinco adolescentes sufre de depresión en algún momento? Si bien la tristeza es parte de la vida y se presenta de manera natural ante situaciones estresantes como la muerte de un familiar, la separación de los padres o la ruptura con una pareja, si ésta se convierte en depresión puede llegar a ser un problema grave, empezando a tomar el control de la vida de quienes lo padecen.
¿Cómo puedo reconocer si mi hijo tiene depresión? Preste atención a los siguientes síntomas, y consulte a un especialista si estos duran dos semanas o más:
- Irritabilidad frecuente con brotes repentinos de ira.
- Retraimiento de las personas que solía frecuentar sin problema como los padres o amigos.
- No disfrutar de las actividades que por lo general le gustaban.
- Sentirse cansado durante gran parte del día y tener problemas de sueño, ya sea no poder conciliar sueño o dormir demasiado.
- Sentimientos de tristeza o melancolía la mayor parte del tiempo.
Es importante que como padres nos comuniquemos con nuestros hijos para conocerlos y así poder identificar cambios en sus rutinas diarias y estados de ánimo. La depresión por lo general también se ve reflejada en el rendimiento académico y de conducta de los adolescentes en el colegio, y puede ser acompañada de pensamientos suicidas o comportamientos de alto riesgo.
La depresión es una condición que puede volverse crónica y difícil de sobrellevar para quien lo padece y su familia, infórmese sobre ella para brindar el mejor apoyo en caso se presente en casa.
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