Debemos saber que no es malo que un niño sea tímido, puede ser solo una característica transitoria. Sin embargo, si su grado de timidez va en aumento, es necesario prestarle mucha más atención y evitar que se convierta en una fobia social. Descubre cómo ayudarlo.
De acuerdo a Mariela Bravo de Rueda Nieri, especialista en Disciplina Positiva para Padres y Educadores de Edúcame Más Consultora y asesora pedagógica principal del programa Yo me cuido, muchos niños son considerados tímidos hasta que empiezan a conocer a otros y se integran, pero si eso no sucede, el adulto debe ayudar a romper el hielo, evitando que sean excluidos del grupo.
“Los niños con dificultades para vincularse con sus pares, pueden querer tener compañía, pero son rechazados por el grupo y son objeto de burlas porque tartamudean, no les va bien en los deportes, por su forma de vestir, etcétera. Estos niños son candidatos para ser víctimas de bullying, y para evitarlo, es necesario que los padres y maestros identifiquen los rasgos de los niños con problemas de timidez para que reciban ayuda y orientación”, advierte la especialista.
¿Cómo identificar los rasgos de los niños con problemas de timidez?
La observación por parte de los padres y de los profesores es muy importante. Si ellos identifican algunos de estos signos deben estar alerta para ayudar a los niños a superar sus limitaciones para conectarse con sus pares.
¿Cuáles son los rasgos más comunes?
Falta de conductas interactivas, el niño no participa, ni pregunta en clase, le cuesta iniciar conversaciones o se muestra muy reservado y distante. Otra razgo tiene que ver con conductas de temor, miedo o ansiedad que se pueden dar en el momento de expresar una opinión o realizar alguna actividad frente a otras personas.
Y los problemas relativos a su autoestima como son los sentimientos de inferioridad, que vienen acompañados de falta de defensa. Incluso algunos niños presentan síntomas psicosomáticos (dolores de barriga, náuseas, estomago flojo, etcétera) cuando están frente a una situación que implica interacción social.
¿Cuál es el rol de los padres?
Las habilidades sociales se forman en casa y es ahí donde los niños tienen sus primeras experiencias de conexión con los demás. Los padres son los principales educadores de sus hijos.
¿Cómo pueden ayudar los padres a sus niños tímidos?
Algunos padres, ante la timidez de tu hijo, generan presión para que cambie de actitud, pero no deben forzarlo, ni obligarlo a saludar a las personas o mandarlo a jugar con otros niños, ya que cualquiera de estas acciones genera estrés en el niño.
Otras recomendaciones
- Evitar la sobreprotección. En ocasiones los padres hablan por sus hijos cuando ellos se muestran retraídos, pero no es aconsejable evitar a toda costa situaciones que pueden ser incómodas para el pequeño ya que esto hace que se acreciente el problema.
- No etiquetar. Las etiquetas son peligrosas. No es recomendable escudar a tu hijo diciendo: “Es que es muy tímido”. Ante una situación nueva, es mejor dejar que el niño se relaje e inicie el periodo de adaptación con normalidad.
- Padres sociales. Si los niños observan que sus padres interactúan con facilidad con los demás y se muestran cómodos en situaciones sociales, van a seguir su ejemplo.
- Oportunidades para relacionarse. Realizar actividades que impliquen relacionarse con otros. Por ejemplo, paseos con familias que tengan niños de la edad de tu hijo, inscribirlo en un deporte que implique juegos en equipo, salir con frecuencia al parque y jugar con otros niños. Es importante acompañar a tu hijo al principio para proporcionarle la seguridad que necesita y, poco a poco, dejar que se adapte con naturalidad a las nuevas situaciones.
¿Cómo ayudar al pequeño a mejorar su autoestima?
- Reconocer sus méritos. Es importante que los padres valoren las actitudes positivas de sus hijos. Este reconocimiento ayudará al niño a confiar en sus capacidades y hará sentirse seguro.
- Expresar afecto a través de palabras, gestos y acciones. En la familia es muy importante verbalizar los sentimientos y demostrarlos con besos y abrazos. El afecto es la base del soporte emocional.
- Mirar a los ojos cuando conversan. El contacto visual es básico para una buena comunicación y esto se aprende si se practica desde la casa. Los padres deben ubicarse a la altura de sus hijos cuando hablan.
- Animar a su hijo a ser él mismo. No se trata de cambiar la personalidad, sino de desarrollar su autoestima y la seguridad en sí mismo. El niño va a esforzarse por ganar habilidades de comunicación para relacionarse con los demás.
Recuerda que los errores deben verse como una oportunidad para aprender, por ello, como padre no debes criticar las equivocaciones de tu pequeño o pequeña, eso solo hará que tenga miedo a fallar. Vamos, anímalo y ayúdalo a socializar.
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