¿Sabía que casi el 30% de los accidentes de tránsito son ocasionados por el consumo de alcohol? Y es que ingerir bebidas alcohólicas causa trastornos en los seres humanos que influyen en el sistema psicomotor, auditivo, visual y en general, en todo el organismo. Tomar y manejar entonces, resulta una idea demasiado peligrosa y por ello, una falta muy grave dentro de nuestro Reglamento Nacional de Tránsito.
Converse con sus alumnos sobre los principales efectos del alcohol en conductores, y la relación de este consumo con los accidentes de tránsito a nivel mundial:
- El alcohol afecta desfavorablemente la habilidad de conducir, ya que el juicio y la conciencia se ven alterados. La persona está en un estado eufórico y cree que nada le va pasar.
- El alcohol produce disminución de la capacidad para identificar el peligro, y para tomar una decisión correcta dado el momento.
- Se pierden los reflejos, por lo que la persona no podrá reaccionar oportunamente ante el cruce de un peatón u otro vehículo en la vía.
- Disminuye la visión, por lo que será difícil seguir otros objetos en movimiento, como vehículos o personas, o notar bultos y baches.
- El consumo de alcohol afecta las percepciones de distancia, profundidad y velocidad.
- Se pierde la coordinación y noción de velocidad. Para conducir y frenar suavemente, un conductor necesita estar bien coordinado, saber dónde están los vehículos a su alrededor e identificar la velocidad a la que avanza.
Si una persona ha consumido bebidas alcohólicas, lo mejor es recomendarle que no maneje, sino que busque a otro conductor que no haya bebido o pedir un taxi o ‘chofer de reemplazo’. Esto puede salvar su vida y la de otros, evitando fatales accidentes de tránsito.
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