La tos no necesariamente es algo grave, sino que se trata de un mecanismo de defensa del aparato respiratorio para expulsar todos los cuerpos extraños que invaden el cuerpo y así conseguir respirar mejor.
Sin embargo, en los niños pequeños que no saben cómo escupir una flema, la tos puede producir vómitos y otras complicaciones. Es por eso que si nuestro hijo empieza a toser, no hay que alarmarse, pero si estar pendientes para evitar que la tos aguda se convierta en crónica y se prolongue por demasiado tiempo.
¿Qué causa la tos?
Los síntomas puedes ser muy variados, pero entre ellos se encuentran las infecciones de las vías respiratorias (nariz, garganta, oídos, laringe o pulmones). Entre estas infecciones las más comunes son la neumonía, bronquitis, bronquiolitis y la gripe. También alergias en forma de rinitis o asma y el atragantamiento. Otras causas menos comunes pero que deben ser descartadas son las lesiones pulmonares crónicas, tumores o malformaciones vasculares.
¿Cómo se debe tratar?
Lo primero que se debe hacer es llevar al niño al pediatra, pues con tantos síntomas posibles, es importante definir la causa exacta de la tos para poder tratarla de manera correcta. Recuerda, además, que no debes suministrar jarabe para la tos a un niño sin antes consultar al doctor, ya que puede causar problemas de salud si es que no es parte de una receta médica.
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