Los niños son curiosos por definición y les gusta entender todo lo que hay a su alrededor. Todo es nuevo para ellos y cada día descubren nuevos objetos. Una de las formas con las que buscan entender las cosas es utilizando el sentido del gusto, por ello todo lo que tocan se lo llevan a la boca y lo analizan de esa manera. Esto es normal y en la mayoría de veces inofensivo, pero dependiendo del objeto, también puede ser un problema y resultar en peligrosos atragantamientos.
Si vemos que el niño se mete una moneda u otro objeto peligroso a la boca, debemos hablarle con calma y hacer que nos entienda para que la escupa y nos la devuelva. Si el objeto está a la vista, introducir el dedo meñique en su boca en forma de gancho y retirarla. Luego comprobar que no tenga más objetos similares en la mano o a su alcance para prevenir.
¿Qué debo hacer si ya se tragó la moneda?
Antes que nada se debe observar al niño y estar atento a su reacción. Es importante fijarnos si respira bien o si le cuesta tragar saliva. Si vemos que se ha producido algún tipo de obstrucción en la vía respiratoria o por el tramo del tubo digestivo, hay que acudir a emergencias inmediatamente. Sabremos si hay alguna obstrucción en el aparato digestivo si al poco tiempo de tragarse la moneda presenta dolores, babeo o vómitos. Si vemos que el niño empieza a toser de más o hace ruido a la hora de respirar, también hay que actuar de manera rápida y acudir al doctor.
Bajo ningún motivo debemos gritarle al niño si vemos que se introduce un objeto a la boca, pues esto podría asustarlo y hacer que se trague la moneda sin quererlo. Tampoco forzar el vómito. Una vez que se la ha tragado solo se debe observar y, de verlo necesario, acudir al doctor.
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