La protección solar se debe tener en cuenta durante todo el año, no solo en verano. El riesgo es el mismo todos los días que sales de casa y te expones al sol, así no esté intenso. La salud de la piel suele dejarse de lado, pero es necesario tomar ciertas medidas de protección para evitar problemas dermatológicos. Por esta razón, te damos 5 consejos para protegerte del sol (no solo en verano).
5 consejos para protegerte del sol (no solo en verano)
Es muy probable que, si los rayos del sol no están intensos o si notas que el día está nublado, no consideres usar protección solar. Sin embargo, el sol está ahí los 365 días del año y necesitas protección todos los días. Para ello, sigue estas recomendaciones.
1. Usa un protector solar con un SPF del 15 o superior siempre que pases tiempo al aire libre.
Debes colocarte un protector solar adecuado para tu piel cada vez que realices actividades al aire libre, ya sean deportes, caminatas, jardinería, etc. También, si estás parado mucho tiempo bajo el sol, ya sea esperando el transporte público o paseando a tu mascota.
El protector solar que elijas debe bloquear tanto los rayos UVB como los UVA. Algunos son específicamente para deportes acuáticos, a prueba de sudor o libre de fragancia, hipoalergénicos, y para pieles sensibles o niños. Aplica lo suficiente y uniformemente en toda la piel expuesta. Cubre labios, orejas, contorno de ojos, cuello, cuero cabelludo, manos y pies. Vuelve a aplicar como mínimo cada 2 horas y aplica con más frecuencia si te metiste al agua, sudaste mucho o utilizaste una toalla.
2. Cúbrete del sol con accesorios.
Puedes protegerte del sol con gorras, sombreros y lentes de sol. Hay áreas de nuestro cuerpo que están expuestos al sol y que no tomamos muy en cuenta, como el cuello, las orejas, el cuero cabelludo y la cara. Con gorras, sombreros amplios o viseras puedes proteger algunas de estas áreas. Por otro lado, los lentes de sol con protección de rayos ultravioleta protegen los ojos y el contorno de los ojos, zonas comunes del cáncer de piel inducido por el sol y el envejecimiento.
3. Busca la sombra.
Siempre que puedas, mantente bajo la sombra. Si quieres ser más precavido, puedes llevar una sombrilla o paraguas cada vez que salgas de casa. Ten en cuenta que los rayos UV pueden rebotar en superficies como el agua, la arena, la nieve o el pavimento, lo que lleva a un aumento en la exposición a estos rayos.
4. No al bronceado (solar o artificial).
A muchos les gusta lucir un lindo bronceado. Sin embargo, este color oscuro que adquiere la piel es la respuesta a los rayos ultravioleta. Broncearse, ya sea al aire libre o en una cama solar, no es saludable en lo absoluto. Te expone a rayos dañinos y aumenta el riesgo de problemas de salud como quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, melanoma y otros tipos de cáncer de piel.
5. Protege a tus hijos del sol y enséñales cómo hacerlo.
Aplica estos consejos con tus hijos pequeños también. Con respecto a los recién nacidos y bebés menores de 6 meses, lo mejor es mantenerlos alejados del sol y evitar, particularmente, la exposición al sol entre las 10 a.m. y las 2 p.m. cuando los rayos ultravioleta son más intensos.
Por otro lado, es necesario que tanto adultos como niños y adolescentes tengan hábitos de protección solar. Mejor aún, si se aprenden desde pequeños, ya que así son adquiridos y aprendidos con mayor facilidad. Los padres deben mostrarles a los niños cómo protegerse del sol y explicarles porqué es necesario hacerlo.
Recuerda que el daño solar producido en la piel se va acumulando con el pasar de los años. Quizás en estos momentos no lo notes, pero los efectos se ven a largo plazo. Es importante que a lo largo de nuestra vida llevemos una protección solar adecuada.
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