Algunas quemaduras menores no son motivo de preocupación y se pueden tratar en casa de manera segura. Las más graves requieren atención médica.
Las quemaduras son un peligro potencial en todos los hogares, sobretodo para los más pequeños y curiosos. De hecho, las quemaduras, especialmente aquellas producidas por líquidos calientes y llamas de fuego, son algunos de los accidentes más frecuentes que ocurren en la infancia.
Si bien algunas quemaduras menores no son motivo de preocupación y se pueden tratar en casa de manera segura, otras más graves requieren atención médica. Sin embargo, siempre es mejor tomar precauciones.
Tipos de quemaduras
Las quemaduras se clasifican como de primero, segundo o tercer grado, dependiendo de la gravedad del daño que sufra la piel. El tipo de quemadura como su causa determinarán el tratamiento correspondiente.
Quemaduras de primer grado:
Son las más leves de las tres, están limitadas a la capa superior de la piel. Estas quemaduras producen enrojecimiento, dolor e hinchazón leve. La piel se seca sin que se produzcan ampollas. El tiempo de cicatrización es de aproximadamente 3 a 6 días; la capa superficial de la piel sobre la quemadura puede caerse en el término de 1 o 2 días.
Quemaduras de segundo grado:
Son más graves y llegan hasta las capas de piel que están por debajo de la capa superior. Se producen ampollas, dolor intenso y enrojecimiento. El tiempo de cicatrización varía en función de la gravedad de la quemadura. Puede durar 3 semanas o más.
Quemaduras de tercer grado:
Son las más graves y llegan a todas las capas de la piel y el tejido subyacente. La superficie de la piel parece estar seca y puede verse amarillenta, áspera, marrón o chamuscada. Es posible que el dolor sea leve o que no se sienta dolor, o la zona puede estar adormecida al principio debido al daño a los nervios. El tiempo de cicatrización depende de la gravedad de la quemadura. Su tratamiento pueden incluir injertos de piel.
¿Qué debo hacer si mi hijo sufre una quemadura?
El primer paso es guardar la calma y actuar rápidamente. Si la quemadura es de primer grado:
- Aleje al niño de la fuente de calor.
- Quite la ropa de la zona de la quemadura de inmediato.
- Deje correr agua fresca (no fría) sobre el área de la quemadura (si no hay agua disponible, se puede utilizar cualquier líquido fresco bebible) o aplique una compresa limpia y fría sobre la quemadura durante aproximadamente 3 a 5 minutos. No aplique hielo, ya que este puede destruir aún más la piel lesionada.
- No aplique mantequilla, grasa, talco ni ningún otro remedio sobre la quemadura.
- Posteriormente, aplique gel o crema de aloe en la zona afectada.
- Mantenga limpia la zona afectada. Puede protegerla con una gasa.
Si hablamos de una quemadura de segundo y tercer grado busque atención médica de emergencia (Bomberos: 116). Luego, siga estos pasos mientras llega el personal médico:
- Mantenga acostado a su hijo con la zona de la quemadura elevada.
- Siga las indicaciones para las quemaduras de primer grado.
- Retire prendas y accesorios de alrededor de la quemadura, excepto las prendas que estén adheridas a la piel.
- No reviente las ampollas.
- Aplique agua fresca sobre la zona durante al menos 3 a 5 minutos. Luego, cúbrala con un paño seco y limpio hasta que llegue la ayuda.
Para las quemaduras por llamas:
- Para extinguir las llamas, haga rodar a su hijo sobre el piso.
- Cúbralo con una manta o una casaca.
- Retire las prendas que están ardiendo y los accesorios alrededor de la zona de la quemadura.
- Llame para pedir asistencia médica y luego siga las indicaciones para las quemaduras de segundo y tercer grado.
¿Cómo prevenir las quemaduras?
Si bien no se puede proteger a los niños contra las lesiones todo el tiempo, siempre se pueden prevenir. Lo mejor es hablar con ellos sobre los peligros que corren y la mejor forma es con un cuento infantil sobre cómo aprender a cuidarse de las quemaduras.
- Mantenga los fósforos, los encendedores, los productos químicos y las velas fuera del alcance de los niños.
- Ponga tapas de seguridad en todos los tomacorrientes.
- Deshágase de los aparatos y los electrodomésticos con cables viejos o gastados.
- Asegúrese de que los niños no tengan a la mano las planchas de ropa, planchas para el cabello o rizadoras.
- Instale alarmas de humo. Tenga un extintor y sepa usarlo
- No fume dentro de la casa ni deje velas prendidas sin supervisión. Tampoco prenda fuegos artificiales.
- Coloque los mangos de las ollas hacia la parte trasera de la cocina cada vez que cocine. Se recomienda bloquear la entrada a la cocina.
- No use manteles ni individuales grandes. El niño puede jalarlos y derramar una bebida caliente.
- Nunca caliente los biberones en el horno de microondas. El líquido puede calentarse de manera irregular, lo que produce burbujas que pueden causar quemaduras en la boca de un bebé.
- Antes de dejar su carro estacionado en un día caluroso, cubra las hebillas de los cinturones de seguridad para evitar que el sol las caliente.
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