La seguridad es lo primero, y esto no debe ser diferente en nuestro salón de clases. Para contar con un espacio saludable para usted y sus alumnos, existen actividades preventivas que pueden practicarse. Para un salón seguro, debemos prestar atención a los siguientes detalles:
- Las ventanas del salón deben cubrirse con rejas o mayas de protección para evitar que algún alumno caiga.
- Si hay un vidrio o mampara, se deberá colocar un adhesivo a la altura de los ojos de los alumnos para que se den cuenta de su transparencia.
- Tanto sillas como carpetas deben estar siempre ordenadas, sin obstaculizar el paso hacia la salida. No permita que los alumnos trepen en ellas, mucho menos para acercarse a ver por la ventana.
- Todo el mobiliario debe estar en buen estado, evitando bordes cortantes o astillas.
- Los enchufes deben estar instalados a altura suficiente, empotrados, aislados y tapados cuando no se encuentran en uso.
- No guarde dentro del salón productos de limpieza, ni deje líquidos que hayan caído sin limpiar en el piso.
- Las puertas deben abrirse hacia adentro del aula para no toparse con alguien que pasa por los pasillos.
- Mochilas, libros u otros materiales escolares deberán colocarse siempre en su sitio y no en el piso pues personas pueden caer.
- Al trasladarnos entre salones, motive a los alumnos a transitar con calma por los pasillos y escaleras.
Recuerde que un salón seguro cuenta además con un botiquín de emergencias siempre a la mano. Revise que éste se encuentre completo y con las medicinas dentro de su fecha de consumo. Si observa que algunas de estas medidas de seguridad no se han implementado en su colegio, avise a sus autoridades o personal de mantenimiento.
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