"No te desprendes de ese aparato". Una frase que seguro has escuchado no pocas veces de parte de tus padres. Y si bien es cierto que entre personas algo mayores existen muchos miedos y prejuicios frente a las nuevas tecnologías y los hábitos de los jóvenes contemporáneos, sus advertencias no dejan de tener sentido.
El uso indiscriminado y permanente del smartphone acarrea algunos riesgos para tu salud que -de no ser controlados a tiempo- podrían volverse complicaciones muy severas en el largo plazo.
Estos son algunos de los principales riesgos que acarrea para tu salud la manera en la que vienes usando tu smartphone. Disciplina y conciencia es la clave para encontrar el equilibrio. Mucho ojo.
Audición
Los teléfonos se han convertido en reproductores de música. Pero el uso prolongado de audífonos a un volumen por encima del máximo recomendado, según estudios médicos recientes, reduce la audición en el largo plazo. Las células de tu oído interno son las más afectadas. Verifica los indicadores que cada teléfono sugiere como máximo volumen adecuado.
Cuello
Poco a poco la forma de tu cuello se altera por la cantidad de horas diarias que pasas con la cabeza agachada pegada a tu pantalla. Recuerda que tu cráneo pesa y ese esfuerzo le pasa factura a tu espalda también. Procura siempre sostener el teléfono a la altura de tus ojos, de manera que la inclinación de tu cuello sea nula o mínima.
Dedos
Sostener el teléfono con una mano y tipear con el pulgar, o agarrarlo con ambas para usar ambos pulgares durante mucho rato y de manera repetitiva durante el día puede agotar a los tendones de tus dedos. En el largo plazo podrías experimentar dolores, calambres y hasta tendinitis (inflamación de los tendones, muy dolorosa). Evita poner tu mano en esa posición si realmente no tienes nada que ver en tu teléfono. No te acostumbres a tener el teléfono en tu mano cuando no tienes nada que decir o hacer.
Infecciones
Es probable que tu equipo celular tenga tantas o más bacterias y gérmenes que un baño público. Lava tus manos de manera regular durante el día y procura cargar contigo un frasco de alcohol en gel. Es aconsejable limpiar y desinfectar tu teléfono con productos aptos para el equipo de manera regular. Consejo: no lo lleves al baño.
Adicción
Esta es la más seria de las advertencias. Puedes no notarlo, pero tu teléfono y la dinámica de revisarlo de manera constante podría estar adquiriendo el perfil de una adicción. Ello implica sentirte ansioso cuando no tienes el equipo en tus manos o cuando lo olvidas al salir de casa. Es necesario que analices conscientemente estas conductas y establezcas tus propios límites. Tu tranquilidad y bienestar no pueden depender de tener el teléfono cerca. No pues.
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