El cuidado de los pies es una actividad subestimada por muchas personas, pues se le asocia a un tema más estético que médico. Y si bien no tiene nada de malo cuidar la apariencia de nuestros pies, es la salud de estos la que debería ser nuestra prioridad. Aunque no lo parezca, es una parte de nuestro cuerpo que requiere de cuidados especiales. Te explicamos por qué.
Debido a las altas temperaturas de este verano, lo más probable es que expongamos mucho más nuestros pies al entorno y todo lo que ello acarrea (suciedad, callos, ampollas, hongos, etc.). Por ello, hemos recopilado algunos consejos y datos sobre los pies que pueden serte de mucha utilidad para darles un adecuado cuidado y estar atentos a algunos síntomas o señales. Trata bien a tus pies todo el año.
Usa siempre sandalias en duchas compartidas
El pie de atleta prolifera en espacios como este. Pero si quieres evitar los hongos, no solo basta con entrar en chancletas a la ducha de la piscina. Es necesario también secar correctamente los pies, asegurándote de pasar una toalla por entre los dedos, pues en esos espacios apretados, calientes y oscuros es en donde se reproducen los hongos. Ten por lo menos un par de toallas solo para secar tus pies y lávalas regularmente.
Préstales atención
Prestarle suficiente atención a nuestros pies es una excelente manera de cuidar otros aspectos de nuestra salud. Si notas que estás perdiendo vello en los pies, que tu piel se ha resecado en extremo, que tienes ulceras en la piel que nunca cierran, podrías estar exhibiendo síntomas de problemas en la columna, en tus sistema circulatorio y hasta diabetes. Consulta con tu médico cualquier anomalía que observes al limpiarte o secarte.
Los zapatos puntiagudos son lo peor
A veces es inevitable, pero sabes que no te haces ningún favor usando zapatos puntiagudos regularmente. Los síntomas crónicos de quienes favorecen este tipo de calzado: juanetes, callos y deformación de los dedos. Dolerá mucho más en la tercera edad. Mejor evitarse desde ya ciertas dolencias.
El tamaño de tus dedos sí importa
La arquitectura de nuestro cuerpo es fascinante. Literalmente basta con que tengas el segundo dedo del pie más largo que el primero para que desarrolles una serie de problemas de pisada, postura y columna. Se calcula que en Estados Unidos, 30% de la población padece esta condición, en la que el peso del cuerpo no se distribuye adecuadamente. Si es tu caso, consulta con tu médico para ver qué tipo de zapatos son más recomendables para ti.
Usa desodorante
Tal como lo usas en las axilas. Exactamente igual. En serio, es una manera eficiente y práctica de mantener a raya los olores fuertes y la transpiración.
Tus pies nunca dejan de crecer
Es probable que hayas aumentado de talla de zapatos en la última década. Esto ocurre porque nuestros ligamentos y tendones con el tiempo pierden elasticidad, y con ello nuestros pies se alargan y se ensanchan ligeramente cada vez más a medida que pasa el tiempo. Mide tus pies todos los años y asegúrate de estar comprando la talla de zapatos que realmente se ajusta a tu realidad.
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