Transtornos del sueño: La importancia de soñar con los ojos cerrados

  • hace 8 años

El actual ritmo de vida urbano trae consigo algunas nuevas costumbres que van en contra de nuestra propia naturaleza como especie. Hablemos específicamente de cómo encontramos maneras de justificar o sencillamente descuidar por completo nuestras horas de sueño.

Es probable que hayas escuchado a lo largo de tu vida que debes dormir entre siete y ocho horas diarias. ¿Pero sabes realmente por qué? ¿Eres consciente del rol crucial que juega el sueño en tu desempeño físico y mental, así como en tu salud en general?

Hay una razón por la que nuestros aparatos electrónicos tienen una función llamada 'dormir'. Ese mismo principio sirve para entender cómo nos beneficiamos durmiendo las horas que nuestro cuerpo necesita. La razón es sencilla: tu cuerpo funciona con el mínimo de energía. Tu cerebro funciona únicamente para mantener trabajando a tus órganos. Tu respiración, tu flujo sanguíneo, tu pulso, todo funciona en una frecuencia más pausada. Tu cerebro, tu corazón, tu sistema nervioso central también tiene oportunidad de tener un mejor desempeño durante el día si cuentan con al menos siete horas de sueño diarias.

La falta de sueño, además, tiene consecuencias palpables inmediatas. Por lo general, tras una noche en la que duermes poco y mal, al día siguiente tu estado de ánimo será considerablemente más irritable, tal vez tendrás dolores de cabeza, alterarás tu apetito y esencialmente tendrás un día peor que la noche anterior. Recientes investigaciones sugieren, además, que la falta de sueño tiene un impacto negativo en nuestro desempeño intelectual. No dormir por estudiar para un examen o por preparar una presentación para el trabajo podría resultar siendo mucho más perjudicial de lo que se piensa.

Como si fuera poco, otra paradoja misma de estos tiempos es que nos cuesta cada vez más conciliar el sueño, por más de que intentamos cumplir con lo que manda el médico y pide el cuerpo.

Estas recomendaciones te ayudarán a conciliar el sueño y a disciplinar a tu cuerpo nuevamente con sus horarios:

Deja el café y el cigarro.- Si te cuesta mucho abandonar estos hábitos que claramente afectan tu ritmo de sueño, comienza por dejarlos en las horas próximas a las que deberías acostarte.

Arma una rutina.- Establece una hora para ir a la cama y otra para levantarte y asegúrate de poner todas las alarmas necesarias para que se cumpla. Hacer siestas cortas, de 15 o 20 minutos de duración durante el día puede ayudar. 

Reduce los estímulos antes de dormir.- Apaga la tele, deja de lado la tablet o el teléfono. Pon una luz tenue, agarra un libro, medita, mira el techo, pon algo de música instrumental de fondo. Crea un entorno propicio para agarrar sueño de manera natural. 

Crea un entorno apropiado.- Asegúrate de tener tu dormitorio siempre limpio, ordenado, ventilado y con una luz adecuada. Puede ser determinante para que puedas conciliar el sueño o no. Apenas empieces a sentir sueño, métete a la cama de inmediato.

Come ligero.- Evita comer inmediatamente antes de acostarte. Privilegia las comidas ligeras, sin grasas ni azúcar para ese momento del día. Frutas, verduras y semillas son aconsejables.

IMPORTANTE

Recuerda que siempre debes estar pendiente de tu cuerpo y tu salud. Si llevas mucho tiempo sin poder dormir, es aconsejable consultar con un médico. El insomnio es una condición crónica que debe ser tratada como tal. Nunca te automediques con pastillas 'para dormir'. 

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