5 beneficios psicológicos del deporte para los niños

Cuando hacemos deporte, el mundo se ve y se siente más bonito. Cuando los niños hacen deporte, su desarrollo se vuelve más completo y se fortalecen distintas áreas indispensables de la construcción de la identidad y es que el deporte es una parte fundamental en el crecimiento de los niños, ya que no solo contribuye a su salud física como podríamos pensar casi siempre, sino que también ofrece una amplia gama de beneficios psicológicos que son clave para su bienestar emocional y social. En este artículo repasaremos los beneficios del deporte en la infancia y otros puntos relevantes relacionados a la actividad física.

¿Por qué el deporte es importante para los niños?

La actividad física es esencial en la vida de los niños porque ayuda a fortalecer su cuerpo, mejorar su coordinación, desarrollar habilidades motoras y prevenir enfermedades. Sin embargo, su impacto va mucho más allá de lo físico. El deporte también desempeña un papel crucial en el desarrollo emocional, social y cognitivo de los pequeños, ayudándoles a construir una base sólida para una vida equilibrada y saludable que contempla la fuerza física y el bienestar emocional y mental.

5 beneficios psicológicos del deporte para los niños

Como mencionamos líneas arriba, el deporte no solo contribuye a construir un cuerpo fuerte, también es una herramienta fundamental en la construcción de una mente sana. Los beneficios pueden variar ligeramente según el tipo de deporte, las condiciones y el entorno de cada niño, pero básicamente pueden ser:

• Autoestima: Al practicar deporte, los niños se enfrentan a retos importantes y superan obstáculos, lo que les ayuda a desarrollar una mayor confianza en sí mismos. Lograr metas deportivas, aunque sean pequeñas al comienzo, refuerza su autoestima y les brinda la base para sentirse capaces de enfrentar otras situaciones en la vida.Saber que son muy buenos en un deporte, mejora infinitamente la forma en la que se perciben a sí mismos. 
• Estrés y ansiedad: El deporte practicado de manera regular actúa como una válvula de escape para la angustia, preocupación, estrés y ansiedad, permitiendo que los niños liberen tensiones y eviten que estas se acumulen produciendo cuadros de salud mental graves. Al realizar ejercicio, el cerebro produce una serie de hormonas, entre ellas las famosas endorfinas u hormonas del bienestar, que ayudan a reducir los niveles de estrés y promover un estado de ánimo positivo.
• Habilidades sociales: El deporte y en especial el que se juega en equipo, fomenta la cooperación, la comunicación y el trabajo en grupo. Los niños aprenden a interactuar con sus compañeros, a respetar reglas y a trabajar juntos por un objetivo común, lo que les ayuda a desarrollar habilidades sociales cruciales para su vida futura y los hace conscientes de la vida en sociedad.
• Disciplina y responsabilidad: Practicar un deporte requiere constancia, esfuerzo y dedicación. Los niños aprenden la importancia de la disciplina y la responsabilidad al comprometerse con sus entrenamientos y competiciones, lo que también se refleja en otras áreas de su vida, como los estudios, el mundo laboral en el futuro y la vida familiar. El deporte también permite desarrollar la concentración y la organización de los niños, lo que les permite moverse en distintos escenarios y situaciones con eficiencia y claridad.
• Resiliencia: El deporte enseña a los niños a lidiar con la victoria y la derrota al mismo tiempo y a aprender de ambas experiencias por igual. Este proceso les ayuda a desarrollar resiliencia, a manejar mejor las frustraciones y a seguir adelante frente a los desafíos, habilidades esenciales para la salud mental y su bienestar emocional.

¿Cómo y cuándo iniciar a los niños en el deporte?

Es recomendable que los niños empiecen a practicar deporte desde una edad temprana, entre los 3 y 5 años, cuando comienzan a desarrollar sus habilidades motoras básicas. Lo más importante en esta etapa es que el deporte sea divertido e involucre el juego para que los niños disfruten de la actividad, sin la presión de un rendimiento competitivo, manteniéndose motivados y dispuestos a seguir desarrollando sus habilidades para uno o más deportes específicos.

A medida que crecen, es esencial observar sus intereses y aptitudes para ayudarles a elegir un deporte que realmente les guste. El apoyo de los padres es crucial en este proceso, brindándoles la oportunidad de probar diferentes disciplinas hasta encontrar la mejor se adapte a sus fortalezas.

¿Qué deporte elegir?

Al comienzo es importante mostrar a los niños distintas disciplinas deportivas para que exploren y descubran en cuál pueden destacar y disfrutar más. Las posibilidades están relacionadas con las cualidades físicas de los niños, con su capacidad de resistencia y también de coordinación, pero por supuesto y más importante aún, con la felicidad y disfrute que puede brindarles. Algunos de los deportes más recomendados para niños son:

• Natación: Es un deporte completo que mejora la coordinación, la resistencia y la flexibilidad. Además, es ideal para el desarrollo muscular, respiratorio y cardiovascular.
• Fútbol: Fomenta el trabajo en equipo, la coordinación y la resistencia. Es muy popular y fácil de practicar con amigos en casi cualquier lugar, solo necesitas una pelota y muchas ganas de correr.
• Gimnasia: Ayuda a mejorar la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio, y es excelente para desarrollar habilidades motoras, concentración y disciplina.
• Artes marciales: Existen muchas opciones, como el Karate, Tae Kwon Do, Muay Thai, Jiujitsu, etc. Estos deportes enseñan disciplina, respeto y autocontrol, además de ser un gran ejercicio físico promueve la serenidad mental y el equilibrio entre la fuerza física, lamente y el corazón.
• Ciclismo: Es una excelente manera de mejorar la coordinación y la resistencia, además de ser una actividad que pueden disfrutar en familia.

Consejos para acompañar a nuestros hijos en sus intereses deportivos

No es extraño que nos envuelva la emoción cuando nuestros pequeños empiezan a practicar algún deporte o participan en una competencia y convirtamos el entusiasmo en presión. Es por esto que debemos tener en cuenta los siguientes consejos, para que la experiencia sea muy positiva: 

• Escuchar y observar: Presta atención a las preferencias de tus hijos. Es importante que practiquen un deporte que realmente disfruten y no el que tú hubieras querido practicar.
• Involúcrate activamente: Asiste a los entrenamientos y competencias, muestra interés y apoyo en todo momento. Tu presencia y ánimo pueden hacer una gran diferencia en su motivación. Pregúntales si están cómodos con el equipo, los profesores y el espacio, pues podría suceder que sea EL deporte, más no el lugar para ellos.
• Mantén un enfoque positivo: Enfócate en los aspectos positivos, como el esfuerzo y sus logros personales y no en los resultados. Esto los ayudará a desarrollar una mentalidad de crecimiento y superación personal que los mantendrá alejados de la frustración .
• Fomenta el juego libre: Además de los entrenamientos, permite que tu hijo juegue libremente. El juego no estructurado es fundamental para su desarrollo creativo y emocional.
• Promueve el equilibrio: Asegúrate de que el deporte no sea lo único en su vida. Es importante que también tenga tiempo libre para otras actividades como el juego, la familia y el descanso. Y por supuesto, debe quedar tiempo para el estudio, pues lo que buscamos es un desarrollo balanceado entre cuerpo, mente y corazón, siempre.

El deporte es una herramienta muy poderosa para el desarrollo integral de los niños, y claramente ofrece beneficios que van mucho más allá de la salud física. Comienza la búsqueda del deporte ideal para tus niños hoy mismo, verás un crecimiento a todo nivel en ellos casi de inmediato. Recuerda siempre que la salud mental y psicológica  de nuestros hijos es indispensable para un desarrollo completo de su persona e identidad.