¿Cómo introducir nuevos alimentos en la dieta de tu hijo sin generar rechazo?

  • hace 3 semanas

Introducir nuevos alimentos en la dieta de los niños puede ser un verdadero reto. La preocupación constante sobre el rechazo hacia algunos alimentos es tan común como real, lo que nos lleva con frecuencia a evitarnos el mal rato en relación a un nuevo sabor. Sin embargo es necesario que los niños aprendan a comer de todo un poco, ya que una alimentación variada es la base de un cuerpo sano y es fundamental para el desarrollo de hábitos alimenticios saludables que acompañarán a tu hijo toda su vida. Hoy queremos compartir algunas ideas importantes que pueden ser útiles en la búsqueda de estrategias para mejorar la experiencia de probar nuevos alimentos y que esta sea positiva y agradable, evitando la frustración y promoviendo una alimentación equilibrada.

¿Por qué es importante introducir nuevos alimentos?

Empezar la exploración de sabores y texturas desde el comienzo, es una gran idea. Ofrecer una amplia variedad de alimentos no solo mejora la nutrición, sino que también fomenta una mentalidad abierta hacia la comida en el futuro. Los niños que experimentan una gama diversa de alimentos tienden a ser menos excluyentes en relación a sus alimentos a medida que crecen y, como resultado, disfrutan de una dieta más amplia y por lo tanto, balanceada. Además, la ingesta de alimentos en trozos, con distintas texturas y niveles de resistencia, contribuyen con la fuerza de los músculos orofaciales a través de la masticación, mejorando el desarrollo del lenguaje. (Ten presente siempre la edad de tu pequeño en relación al tipo de alimento que estás ofreciendo).

Estrategias para evitar el rechazo

¿Cómo introducir nuevos alimentos en la dieta de tu hijo? Estrategias para evitar el rechazo y promover hábitos saludables

El rechazo inicial a nuevos alimentos es natural y muy común, así que no te angusties más de lo necesario. Sin embargo, con paciencia y creatividad, puedes disminuir esta reacción y lograr que tu hijo acepte lo que antes rechazaba. Aquí te comparto algunas estrategias:

Introducción gradual: Si tu hijo se encuentra reacio a probar algo nuevo, comienza ofreciendo pequeñas cantidades junto con alimentos que ya le gustan. Esto disminuye la ansiedad hacia lo desconocido y permite que se acostumbre al nuevo sabor o textura sin sentirse abrumado. La exposición repetida es clave; algunos estudios indican que pueden ser necesarias entre 8 y 15 exposiciones antes de que un niño acepte un nuevo alimento.

Haz que sea divertido: El momento de la comida no tiene por qué ser monótono. Transforma la hora de comer en una experiencia divertida, haciendo caras o formas con los alimentos en el plato o invitando a los niños a participar en la preparación de los mismos. Los niños se sienten motivados a probar algo que ayudaron a preparar. Además, usar nombres divertidos o referencias relacionadas con cosas que disfruten como colores o personajes favoritos puede aumentar el interés de los niños hacia ciertos alimentos.

Sé un ejemplo: Los niños imitan lo que sus adultos cercanos hacen. Si te ven disfrutando de una amplia variedad de alimentos, es más probable que ellos también quieran probarlos. Haz de la comida una experiencia familiar positiva, donde todos en la mesa disfruten de lo que están comiendo.

No obligues a comer: Obligar a los niños a comer algo que no les gusta puede generar aversión y estrés y sin duda alguna hará que todos pasen un mal rato. En lugar de imponer, ofréceles el alimento sin presiones, de modo que ellos decidan cuándo probarlo. Mantén una actitud relajada y positiva para que asocien la comida con momentos agradables, no de conflicto. Con esto no queremos decir que no apliques límites o dejes todo a su gusto y disposición, solo que puedes ir de a pocos con los alimentos nuevos para lograr un mejor resultado a largo plazo.

Involúcralos en las decisiones: Permitir que tu hijo participe en la elección de los alimentos que van a probar puede aumentar su entusiasmo. Llévalo a hacerlas compras y pídele que escoja frutas, verduras o granos nuevos que le gustaría probar. También puedes dejarlo que elija entre dos opciones saludables para la cena o el almuerzo. Al sentirse involucrados, es más probable que prueben nuevos alimentos.

Una experiencia sensorial

Para algunos niños la exploración es determinante en  la decisión de probar un nuevo sabor. Deja que exploren una nueva fruta, semilla o verdura. Invítalos a olerla, reconocer sus colores, tocarla y descubrir si deja una huella al impactarla sobre un papel o si suena al momento de tocarla. Conversen sobre qué podrían preparar con esos alimentos, como postres o pasteles salados y nombren cosas  de la naturaleza que compartan los mismos colores. 

Promover hábitos alimenticios saludables

¿Cómo introducir nuevos alimentos en la dieta de tu hijo? Estrategias para evitar el rechazo y promover hábitos saludables

La clave para una dieta equilibrada está en enseñar a los niños desde pequeños a disfrutar una variedad de alimentos nutritivos. Aquí hay algunas ideas para promover estos hábitos en casa:

  • Crea una rutina de comidas: Establecer horarios regulares para las comidas y los refrigerios permite que los niños sepan cuándo esperar la próxima comida, lo que disminuye la ansiedad y el picoteo innecesario. Las rutinas también crean un ambiente predecible y seguro que facilita la introducción de nuevos alimentos.

  • No uses la comida como recompensa o castigo: Evita ofrecer dulces o alimentos poco saludables como recompensa por haber comido verduras. Esto refuerza la idea de que ciertos alimentos son mejores que otros. En cambio, promueve la idea de que todos los alimentos tienen un lugar en una dieta equilibrada.

  • Varía en colores y texturas: Un plato lleno de colores y diferentes texturas no solo es atractivo para los ojos, sino que también asegura una dieta rica en nutrientes. Introduce frutas, verduras, proteínas y granos integrales de diferentes colores y formas, de manera que tu hijo descubra los distintos beneficios y sabores que ofrece cada alimento.

  • Sé paciente con las preferencias cambiantes: Es normal que los gustos de los niños cambien con el tiempo. Un día pueden amar las zanahorias y al día siguiente no querer ni olerlas. Mantén la calma y sigue ofreciendo los alimentos, sin forzar, pero sin rendirte.

Lograr que tus hijos coman de todo y estén dispuestos a probar nuevos alimentos, sabores y texturas, no siempre será una tarea sencilla, pero definitivamente no es imposible. La crianza trae consigo grandes desafíos y la alimentación balanceada es uno de ellos. Sin embargo, si aplicamos algunas estrategias como las que hemos compartido en este artículo, es posible promover una alimentación variada y saludable. Recuerda ser paciente y persistente, siempre brindando un ambiente relajado y positivo a la hora de comer. A largo plazo, tu hijo desarrollará hábitos alimenticios sanos que le beneficiarán durante toda su vida. ¿Estás listo para comenzar?, pues empieza por probar eso que tu no te atreviste a descubrir antes.

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