Los animales domésticos que tenemos cerca suelen ser inofensivos, pero en algunos casos, nuestras mascotas o las de nuestros amigos pueden ponerse nerviosos y reaccionar mordiendo. También es posible que nuestros hijos se acerquen de forma amigable a un animal que no conocen y éste reaccione de manera negativa. Si esto te preocupa, aquí te dejamos algunas ideas sobre cómo reaccionar en momentos como ese.
Si tu hijo ha recibido una mordida, primer hay que revisar la herida y determinar su gravedad.
Heridas leves: Si notas que la mordedura es superficial y no la logrado abrir la piel, no te preocupes tanto, solo necesitas lavarla con agua y jabón, aplicar una crema antibiótica y cubrirla con una gasa.
Heridas graves: Si los dientes del animal han logrado atravesar la piel, tendrás que poner un paño grueso sobre la herida y aplicar presión mientras te diriges al centro médico más cercano.
Si pensaste que no era necesario ir al doctor y, después de unos días, identificas que la herida se enrojece, se hincha o produce pus, es probable que se esté iniciando un proceso de infección y lo mejor será cubrirla y acudir con rapidez a un médico especialista.
¿Y si el animal tenía rabia?
Si el ataque fue causado por la mascota de la casa, entonces es tu responsabilidad como dueño saber si estaba vacunada contra la rabia. Si eres consciente de que no recibió la vacuna, lleva al niño inmediatamente al médico. Es mejor prevenir. En caso el ataque haya sido ocasionado por la mascota de algún vecino, consúltalo con él.
Si la mordedura la causó un animal salvaje, ¡no lo pienses dos veces! Lava la herida y ve directamente al médico. También es importante que identifiques al agresor para que sea tratado y así evitar que otros niños sean atacados.
DATO
Por lo general son los perros los que ocasionan más mordeduras, pero las causadas por los gatos son las que provocan más infecciones, pues suelen ser más profundas y difíciles de limpiar en su totalidad.
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