La educación es un derecho fundamental para todos los niños, independientemente de sus debilidades, fortalezas o condiciones físicas y neurológicas que acompañen su crecimiento. Para todos los niños del mundo, una experiencia escolar positiva es crucial para su desarrollo y bienestar, pero si hablamos de niños con discapacidad intelectual, lo es aún más. Tanto los padres en casa como los maestros en la escuela, desempeñan roles clave en este proceso y es necesario crear un diseño educativo que contemple las necesidades de los niños en el aula y en elhogar. No siempre es un camino sencillo, peor afortunadamente existen ciertas acciones que podemos poner en práctica para mejorar la experiencia educativa de niños con discapacidad intelectual. Aquí compartimos algunos consejos prácticos:
Conocimiento e información
Primero, para acompañar a un niño con necesidades distintas a las de otros niños, debemos conocer muy bien lo que significa su discapacidad intelectual y cómo afecta su desarrollo emocional, físico y cognitivo. Conocer profundamente la condición que poseen los niños, es indispensable para poder acompañarlos de manera apropiada, tanto en casa como en la escuela, por lo que es conveniente investigar y familiarizarse con las características y necesidades específicas asociadas con la discapacidad intelectual de cada pequeño. Como padres, ésto permitirá acompañar de manera amorosa y eficiente a los niños y, en el ámbito escolar, solicitar los ajustes correspondientes a la currícula educativa que necesiten.
Dentro de la escuela, los maestros deben informarse muy bien sobre la condición de los niños y capacitarse a nivel personal e institucional para crear estrategias pedagógicas efectivas de apoyo a los estudiantes en el aula.
Comunicación abierta y continua
La comunicación es una herramienta muy poderosa y en estos casos, un vehículo para el desarrollo exitoso de los niños. Es importante mantener una comunicación abierta y constante con la escuela y ofrecer toda la información relevante sobre la condición de los niños, incluyendo diagnósticos médicos, terapias recomendadas y cualquier otra información pertinente. Aunque la privacidad es un derecho y una decisión familiar, es recomendable conversar con las familias que acompañen al grupo, pues de esta manera los padres pueden conversar con sus hijos en casa y dar información apropiada si surgen preguntas en relación a las posibles diferencias entre los niños. Desde la escuela, los maestros deben establecer una comunicación bidireccional con los padres para entender mejor las necesidades individuales del niño y colaborar en su desarrollo académico y social.
Establecer rutinas
Es necesario crear rutinas consistentes en casa que incluyan tiempo para la tarea escolar, actividades recreativas, terapias y descanso adecuado. La consistencia y la estructura son fundamentales para ayudar a los niños con discapacidad intelectual a sentirse seguros y preparados para el aprendizaje. En la escuela deben implementarse rutinas claras y predecibles en el aula. Es de gran beneficio proporcionar horarios y recordatorios visuales para ayudar a los estudiantes a anticipar las transiciones y actividades del día.
Adaptación y herramientas
Colabora con los maestros para identificar cuáles son los elementos de apoyo que necesitan los niños dentro del aula. Como modificar la currícula de acuerdo a los objetivos, ajustes en el horario para completar tareas o el uso de tecnología de asistencia. Los maestros deben proporcionar apoyo individualizado según las necesidades de cada estudiante, como instrucción diferenciada, materiales adaptados o servicios de apoyo en el aula.
Inclusión y empatía
Es una gran idea fomentar la inclusión social de tu hijo al apoyar su participación en actividades extracurriculares y eventos escolares. Esta es una buena oportunidad para educar a otros niños y adultos sobre la discapacidad intelectual y así promover la comprensión y la empatía. Es responsabilidad de la escuela, construir un ambiente inclusivo en el aula donde se celebren las diferencias y se fomente la aceptación mutua. Motivar a los estudiantes para buscar la colaboración, brinda oportunidades para que todos participen y se sientan valorados.
Responsabilidades y tareas
Todo niño debe aprender a ser responsable y colaborar en casa y en la escuela con ciertas tareas. Esto promueve el respeto por las labores de otros, promueve la autoestima y nutre la autonomía, independencia y responsabilidad. En el caso de los niños con discapacidad intelectual, las tareas y responsabilidades son igual de importantes y deben estar adaptadas a sus habilidades y destrezas. Asignar tareas en casa y en la escuela, es una herramienta poderosa para el desarrollo personal, social y emocional de los niños. En el caso de niños con necesidades diferentes, es imperativo dividir las tareas en actividades cortas para lograr los objetivos y evitar la frustración. Así mismo, las indicaciones deben ser concretas y claras y estar acompañadas de material visual de respaldo.
Grupos de apoyo
La crianza es un camino largo y muy demandante y la crianza de niños con capacidades y necesidades distintas, puede presentar retos aún mayores. Es por esto que conversar con otras familias que atraviesan los mismo desafíos, puede ayudar a implementar dinámicas familiares de mucho provecho, comparar información o simplemente mantener la motivación por lo alto.
Al implementar estos consejos, tanto padres como maestros pueden contribuir significativamente a mejorar la experiencia escolar de los niños con discapacidad intelectual. Con el acompañamiento ideal, todos los niños pueden alcanzar su máximo potencial académico y personal en un entorno educativo inclusivo, solidario, empático, saludable y seguro para todos.
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